Se desata pugna sucesoria en el TSJ


Pacheco mueve sus piezas contra Helmo Mayoral y el magistrado Alfredo Mendoza


En cumplimiento de una orden de aprehensión girada por el juez cuarto de distrito, el lunes pasado alrededor de las tres y media de la tarde llegaron seis uniformados federales para asegurarlo


Edmundo Velázquez

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A dos semanas de la reelección ilegal de Guillermo Pacheco Pulido en la presidencia del Tribunal Superior de Justicia, doce togados renunciaron al Colegio de Jueces de Primera Instancia del Estado de Puebla y sumieron en una crisis política al Poder Judicial Estatal en el marco de su sucesión.


El organismo agrupa a los jueces poblanos y es dirigido por Helmo Mayoral Bello, juez civil de la capital, que aspira a convertirse en magistrado y ocupar la silla de Pacheco Pulido o en su defecto, cedérsela a su padrino, el magistrado Alfredo Mendoza.


En un hecho insólito, desde el 16 de enero renunciaron al organismo que los regula los jueces Alberto Bagatella Bermúdez, Olga Margot Cortés León, Miguel Ángel Chávez Castañeda, Margarita Gayosso Ponce, Blanca Laura Olivier Palacios, María Alicia Ortiz Márquez, María Teresa Josefina Osorio Cuéllar, María Rosalía Pantoja Vázquez, María Emma Peralta Juárez, Rosa Celia Pérez González, Enrique Romero Razo y Ausencia Valencia Ortiz, utilizando como pretexto un recorte salarial de 300 pesos para apoyar a dos jueves suspendidos el año pasado.


El apoyo de Pacheco Pulido a la rebeldía de los 12 jueces quedó evidenciado ayer en la reunión que el Presidente del Tribunal sostuvo con ellos en el restaurante Sanborn’s del Paseo de San Francisco en la ciudad de Puebla.


Cambio llegó al desayuno para preguntar el motivo de la reunión entre los doce jueces y el presidente del Tribunal Superior de Justicia. Tanto los jueces como Pacheco Pulido aseguraron que fue una pequeña junta informal para “discutir temas como la reforma de la Constitución”.


Sin embargo, en poder de esta casa editorial se encuentra el documento oficial enviado por los abogados para dar a conocer su renuncia al Colegio de Abogados. La lista concuerda exactamente con los asistentes al desayuno de ayer.


“En su calidad de jueces de primera instancia, haciendo de conocimiento de este Cuerpo Colegiado que en forma individual tomaron la decisión de renunciar a su condición de asociados de la persona jurídica denominada “Colegio de Jueces de Primera Instancia del Estado de Puebla, AC”, se puede leer en el oficio número 474 enviado al pleno por Martín Macías Palma.

 

Los antecedentes de la ruptura


El descontento de los doce jueces se volvió evidente cuando el pleno del Tribunal Superior de Justicia decidió suspender en octubre del 2007 a Ricardo García Prieto y Felipe de Jesús Ventura como medida de disciplina por irregularidades que nunca fueron aclaradas o por lo menos no se dieron a conocer a la opinión pública.


Debido a que la suspensión de ambos togados implicaba que no gozarían de salario por el tiempo que duraran castigados, Helmo Mayoral, a través del Colegio de Jueces de Primera Instancia llamó a sesión. En ella se discutió un apoyo económico de parte de todos los jueces del estado para los dos suspendidos.
La medida implicaba el descuento de 300 pesos de cada salario de los jueces para apoyar económicamente a Ventura y García Prieto. En una rápida sesión se aprobó la medida con la inconformidad de los doce jueces citados.


Cabe destacar que en la sesión hubo gritos y hasta sombrerazos entre los jueces. Incluso trascendió que la juez Margarita Gayosso Ponce, titular del Juzgado Noveno Penal de Puebla, llevó documentación en la cual se dejaba claro onerosas propiedades de los jueces que serían “apoyados económicamente”, incluso datos del Registro Público de la Propiedad donde se evidenciaba que uno de los dos jueces poseía una mansión con valor de un millón de pesos, hecho que provocó mayor indignación entre los abogados.


Después de esta sesión llevada a cabo en noviembre fue que los jueces firmaron su renuncia al órgano que los mantenía agrupados abriendo dos flancos, aquellos que simpatizaban y son incondicionales a Helmo Mayoral y aquellos que se encuentran en su contra y que se reunieron ayer con Pacheco Pulido.


Tras este tipo de medidas un hecho sacudió a los jueces de Puebla. En plena víspera de Navidad, uno de los jueces suspendidos, Ricardo García Prieto se suicidó la madrugada del 23 de diciembre del 2007 en su casa ubicada en la Avenida Margaritas número 315.

 

“¿Quejas? No, es una reunión de rutina”


En el Poder Judicial poblano se sabe que el hombre de confianza de Pacheco Pulido es Alfredo Mendoza García, titular de la Segunda Sala Civil. A su vez se conoce que el juez civil Helmo Mayoral es la mano derecha de Mendoza.


A través de Mayoral se mantenía el control de todos los jueces en Puebla, hasta que comenzaron las discordias y se dio la renuncia (ver documento 1).


Ayer, los jueces manifestaron sus malestares con el titular del colegio que los agrupa, pero no llegaron a ningún arreglo con Pacheco Pulido. Ante la llegada de la prensa el único acuerdo al que llegaron el magistrado presidente y los jueces fue no dar detalles sobre las quejas, según revelaron fuentes del Tribunal.


Debido a esto, luego de concluida la reunión, los jueces negaron que existiera alguna queja con el presidente del Tribunal.


“No, estamos estudiando las reformas que está instrumentando el Congreso de la Unión, y para eso nos estamos reuniendo, precisamente para proceder a ese análisis”, comentó sobre la reunión el juez Alberto Bagatella Bermúdez.


Según comentó el abogado Bagatella, este tipo de reuniones “para analizar la legislación y las reformas” se hacen comúnmente.

 

A mí nada más me invitaron: Rosa Celia


Por su parte, Rosa Celia Pérez González, juez Quinto de lo Penal, comentó que “existen situaciones de afinidad de intereses profesionales” entre los doce jueces reunidos.


“Yo recibí la invitación de alguno de mis compañeros de que habría una reunión aquí. No tiene un motivo particular. Simplemente que hay algunas situaciones de afinidad de intereses de los compañeros que estamos aquí, intereses profesionales. Yo estuve en el extremo de la mesa y ni me enteré de lo que se trató en el centro”, comentó Pérez González.


Por su parte, Guillermo Pacheco Pulido —quien se hizo acompañar de Enrique Ruiz Delgadillo, secretario adjunto de Presidencia y de Leonardo Briceño, su secretario particular— también fingió demencia. “Es autónomo y no me puedo meter con él”, comentó sobre el Colegio de Abogados.

 


 
 
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