Salió caro apuntalar al peso, admite Banxico


Carlos Acosta Córdova/ Apro

 

Salió caro empezar a poner en orden el mercado cambiario: si para el viernes 3 de octubre el saldo de las reservas internacionales era de 84 mil 116 millones de dólares, siete días después –incluidos los tres de intensa especulación y demanda extraordinaria de la divisa--, para el día 10 aquéllas ya registraban 75 mil 121 millones.


Es decir, disminuyeron 8 mil 995 millones, el 10.7%.


El Banco de México (Banxico) dio a conocer ayer  — como lo hace todos los martes—  el informe semanal sobre su Estado de Cuenta, en el que reporta oficialmente dicha disminución, y por medio de una gráfica, da cuenta que las reservas no habían registrado una caída tan drástica desde agosto de 2006.


Resulta que el gobierno federal le compró a Banxico esos dólares para hacer pagos anticipados de deuda externa.


Así, la pérdida de 10.7% en las reservas la semana pasada representa la caída más pronunciada desde la crisis devaluatoria de 1995.


El miércoles de la semana pasada, el Banxico empezó a intervenir en el mercado cambiario para poner orden, pues una demanda excesiva de dólares — entre ataques especulativos, compras de quienes abandonan el mercado bursátil y empresas que los necesitan para su operación— había llevado al dólar a una cotización por arriba de los 14 pesos.


Al cierre del mercado cambiario, el viernes 10, no obstante una inyección de 8 mil 900 millones de dólares en tres días, el tipo de cambio no quedó muy debajo de la paridad que motivó la intervención: 13.25 pesos por dólar.


El domingo, el secretario de Hacienda, Agustín Carstens, reconoció en Washington que además de la demanda de dólares por cambio de posiciones de inversionistas bursátiles y de compras necesarias de empresas para su operación normal, hubo también empresarios que aprovecharon el río revuelto y compraron dólares en busca de ganancias rápidas.


Extraoficialmente se ha identificado a varias empresas que hicieron compras masivas de dólares y que contribuyeron a la súbita depreciación de la moneda nacional. Entre ellas: Comercial Mexicana, Alfa, Grupo Industrial Saltillo y Cemex, Posadas, Maxcom, Alsea, Urbi, Homex, Bimbo, Maseca, Mexicana y Cydsa, entre muchas otras.


La autoridad investiga cuáles de ellas compraron dólares para enfrentar compromisos que vencían el viernes pasado y cuáles aprovecharon para especular y llevarse una ganancia indebida.


Este martes, en una entrevista por radio, Carstens afirmó que la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) –la entidad reguladora de las instituciones financieras del país-- investigará a bancos y empresas del país que cotizan en bolsa para determinar si cumplieron con las reglas cuando tomaron riesgos cambiarios en instrumentos como los derivados.


Y en ello coincidió Guillermo Ortiz, el gobernador del Banco de México, quien también en una entrevista de radio señaló que Comercial Mexicana hizo movimientos especulativos contra el peso.


“Comercial Mexicana es una empresa que vende tomates, que vende ropa, que vende productos perecederos, de consumo duradero; es una empresa fuerte, bien manejada, con poca deuda… pero es una empresa que desde hace tiempo empezó a meterse en el negocio de vender volatilidad; es una empresa que no tenía por qué estar en ese tipo de actividades”.


Por su parte, el Consejo Coordinador Empresarial (CCE), el organismo cúpula de la iniciativa privada nacional, rechazó la acusación generalizada que se hace contra el empresariado mexicano.


En comunicado, consideró inaceptable culpar a todos los empresarios del país por posibles prácticas especulativas en el mercado cambiario. “Corresponde a las autoridades competentes analizar e investigar si alguna empresa incurrió en faltas a la normatividad vigente, dar seguimiento caso por caso y, de así requerirse, sancionar en los términos de la ley”.

 

 

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