Defiende Marín postulación de Zavala


Dice que era el mejor posicionado y que al final le “echaron montón”


El exgobernador reconoció haber enloquecido con el caso Lydia Cacho, tanto que ahora ya no habla por celular por temor a que lo vuelvan a grabar


Yonadab Cabrera Cruz


En sus últimas horas y en sus últimas entrevistas como gobernador, Mario Marín Torres se dedicó a defender la postulación de su delfín Javier López Zavala, al asegurar que era la mejor opción, el priista más conocido en el estado, el preferido por los poblanos y al que las encuestas posicionaban como el número uno para su sucesión, y atribuyó la debacle priista a que le “echaron montón” a López Zavala.


Como parte de sus últimos actos en el poder, Mario Marín concedió una entrevista a El Sol de Puebla y otra a Tribuna Radiofónica. Marín Torres reconoció que el caso Lydia Cacho fue el mayor problema al que se enfrentó durante su sexenio, pero insistió en que es inocente y sólo se trató de un tema mediático.


A pesar de que sostuvo la candidatura de López Zavala, Mario Marín se deslindó de la derrota de su delfín y de su partido en las elecciones del pasado 4 de julio, al asegurar que él no compitió en ese proceso electoral y aseguró que jamás intervino durante las campañas electorales para favorecer a su hijo político ni a los candidatos de su partido.


“Yo no competí. Cuando yo compito, yo ganó, pero no todos son Mario Marín (…) Las veces que he competido como presidente municipal, como gobernador, cuando estuve al frente del PRI, gané. Siempre he sido ganador, pero tampoco hago milagros”, fueron las palabras que el exgobernador poblano repitió tanto en el noticiario radiofónico como en el rotativo.


Además, insistió en que Javier López Zavala era el priista mejor posicionado e indicó que no fue elegido por él, sino por los priistas: “Se hicieron análisis, se hizo en el Comité Ejecutivo Nacional; en las nuestras (encuestas) era el mejor posicionado y lo decían las encuestas serias (…) Ahora que las cosas no se dieron así, pues se le dan muchas interpretaciones, que si hubo imposición y que si no sé qué pero, bueno, así sucedieron las cosas y ese era el tenor. Vaya, uno lo veía, tú ibas a los pueblos, platicabas con la gente y el que salía mejor posicionado era Javier”.


Achacó la derrota de los priistas y de su delfín al hecho de que los partidos políticos le “echaron montón” a López Zavala; señaló que los partidos de oposición encontraron en las coaliciones un antídoto contra el PRI, pues dijo que si la elección hubiera sido normal, como en la que él ganó y donde compitieron uno a uno, el exsecretario de Desarrollo Social se hubiera adjudicado la victoria.


“Fue una elección atípica, no estamos acostumbrados a eso, estamos acostumbrados al uno por uno, no que le echaran montón. La coalición está demostrando que al PRI le puede ganar, está ganando en varios estados, habría que ver hasta dónde conviene; ya el tiempo nos dirá si esas coaliciones funcionan o no, eso estamos por verlo”.


Asimismo, rechazó tajantemente que haya pactado con el presidente de la República, Felipe Calderón Hinojosa, o con el gobernador Rafael Moreno Valle Rosas la derrota del PRI y de Javier López Zavala, e insistió en que la debacle de su partido se debió a que el ahora mandatario poblano era un buen candidato, preparado, y a la sui géneris elección del 4 de julio; y resaltó que hubo compra de votos por parte de la coalición Compromiso por Puebla.


“Es otro absurdo. No, hombre, es un absurdo total, pleno. Pero es que, insisto, no hay camisa que les acomode, dicho en otra expresión, tú no puedes complacer a toda la gente. ¿En qué cabeza cabe pensar de esa manera?”.


De igual manera, reconoció que hay traidores que durante su sexenio comieron de su mano, pero ahora la muerden. Sin embargo, dijo que esa situación no le preocupa, ya que es normal en la condición humana.


“Uno se debe acostumbrar a esta vida. Yo ya estoy acostumbrado a que es parte de la conducta humana, tal vez uno no sea así, tal vez hay gente que sí lo es; la ingratitud, la deslealtad, el egoísmo forman parte de la conducta del ser humano. Lamentablemente cuando uno va saliendo empiezan a salir esos signos, esas conductas, en la vida cada quien tiene sus bendiciones, sus momentos de felicidad, alegría, sus tristezas; en esta vida cada quien paga sus cuentas, dejo al tiempo, a las circunstancias, las cosas. Es lamentable ver cómo antes quienes comían de nuestra mano ahora nos pegan”.


Enloquecí con el caso Cacho


En la entrevista que concedió a El Sol de Puebla, Mario Marín reconoció haber enloquecido con el caso Lydia Cacho, tanto que ahora ya no habla por celular por temor a que lo vuelvan a grabar, prefiere sostener conversaciones vía Nextel o en persona, ya que el audioescándalo que desenmascaró sus excesos de poder lo llevó a desconfiar.


Refirió que está tranquilo y que no tiene cargo de conciencia porque nunca cometió algún delito, jamás violó la ley y prueba de ello fue la exoneración de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) en el caso Lydia Cacho, y hasta mencionó que su prueba más fuerte y sólida fue el hecho de que el espionaje era ilegal en ese momento, es decir, intervenir las llamadas telefónicas era un acto de espionaje e ilícito, por lo que la Corte le dio la razón.


Posteriormente, comentó que los peritos de la Procuraduría General de la República determinaron que la llamada que sostuvo con el textilero Kamel Nacif -en la cual el empresario le pide a Marín Torres que detenga a Lydia Cacho- estaba editada y truqueada, situación que le favoreció al momento del fallo de la SCJN en el juicio en su contra por violar los derechos humanos de la periodista.


Al preguntarle qué es lo que no volvería a hacer si el tiempo regresara al primero de febrero de 2005, Marín Torres respondió: “(…) Lo que no repetiría, bueno, como ya lo hago, hablar por teléfono para que no te agarren en una llamada, eso es lo que no repetiría nunca. De hecho ya no hablo por celular, el puro Nextel, y prefiero mejor hablar personalmente, porque sí quedé espantado con esa situación”.


Aseguró que no le pesa que lo identifiquen con ese escándalo, o que pase a la historia como “el góber precioso”, pues es algo con lo que ha aprendido a vivir, pero señaló que lo importante para él fue haber superado el problema mediático, y sostuvo que le deja la experiencia de que en el país hay gente perversa.


Cuando el locutor de radio Enrique Montero Ponce le preguntó cómo tomaba el caso Lydia Cacho, el exgobernador respondió: “Es un hecho que ya pasó afortunadamente, tiene cinco años que sucedió esto. Yo venía de mi Primer Informe de Gobierno. En febrero, el 14 de febrero, salió esa nota, ya van a ser cinco años”.


“Formará parte de la historia, tal vez marque un poco mi vida, pero afortunadamente lo logramos superar, y digo un poco porque finalmente no fui sancionado por una actitud, eso hubiera sido más complicado, el haber sido señalado por una conducta indebida, pero la Corte determinó que no hubo una falta, un delito, por eso queda como antecedente y afortunadamente para Puebla no pasó a mayores”.




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