El deseo también va más allá, y es en el sentido de que todos los que se encuentren en situación de votar, lo lleven a cabo con toda profundidad, seriedad y convicción ciudadana a fin que los resultados  a que se lleguen, sean estos los que sean, se conviertan en los que más conviene a nuestra comunidad, a nuestra entidad y que en una sana democracia, se respeten los resultados, a fin de que todos los que en esta bella entidad habitamos seamos los verdaderos y grandes vencedores.

         Cierto, habrá vencedores y perdedores en la votación, pero hagamos que todos seamos ganadores de nuestra elección, que los que vencen; “cumplan” y los que no; “respeten”, que los que ganen “lideren” y que los que no lo logren, “apoyen,” que los que queden arriba en la votación, “gobiernen” y los que no, “participen”.

         En fin, que de todas formas sea este, un logro más de éxito en nuestro estado, y que verdaderamente se muestre una gran capacidad de civilidad y de respeto, que el poder del pueblo se dé a notar y que el mismo pueblo, los resultados den a respetar.

         Cierto, que unos lograran el honor de gobernar y otros no, pero debemos de ver que todos en general tenemos el honor de ser poblanos de nacimiento unos, otros por convicción y otros más, adoptivos temporal o permanentemente, pero todos, todos con el deseo de vivir en paz, de tener la oportunidad de una mejor vida, de crecer y de día a día mejorar.

         Asistamos a las urnas, ejerzamos nuestro deber y derecho, participemos en el mejoramiento de nuestra entidad, participemos en nuestro crecimiento, participemos todos al votar, poniendo un ejemplo  de respeto a nuestros hijos y mejorando nuestra comunidad.

¿O no?

Juzgue usted.