Friday, 29 de March de 2024


El presidente tanguero




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Dos millones de niños sin escuela y 45 millones de mexicanos preocupados por su petróleo, son parte del escenario del gran tango nacional.

Dos son las frases que asustan a los sindicalistas de la CNTE y a todos los maestros en paro: evaluación docente y sistema de información. Las dos, a su noble parecer, son un retroceso en los logros sindicalistas y una verdadera amenaza para todos los maestros del país. El hecho de contar con un sistema confiable de información los hace temblar, sabedores de que las rendijas del desconocimiento son los lugares ideales para hacer nido y procrear a mas y mas plazas golondrinas de las que los niños y los padres no saben nada. Los famosos operadores políticos y comisionados sindicales son solo la punta un iceberg que está construido con corrupción y discrecionalidad. ¿Sabemos los mexicanos cuántas plazas piden cada año los sindicatos que sean creadas? A ciencia cierta no, ya que estas solicitudes se manejan con completa opacidad y nunca pueden ser sustentadas por datos duros. La creación del sistema de información y gestión planteado en las leyes secundarias es pues una amenaza a los intereses primarios de un grupo convulsivo.

 

 

La evaluación docente es la otra pesadilla con la que sueñan hoy por hoy las cúpulas sindicales y que se está convirtiendo en la bandera de lucha predilecta al interior de los sindicatos. Mi única pregunta a todos los manifestantes en paro sería: ¿han leído el texto completo de las leyes secundarias?, seguramente si les hiciéramos un examen sobre este tema saldrían también reprobados. Estos profes que han abandonado a sus alumnos en las escuelas de Oaxaca, Michoacán y Guerrero olvidan por completo un principio básico de las leyes, y es que estas no son retroactivas. Entonces, ¿por qué les duele lo que no han comido?

 

 

Los expertos dicen que poco menos de la mitad de la población entiende o de plano no quiere la reforma energética. Los valientes mexicanos nos negamos a dar por finalizada una era dorada de presumir que el petróleo es nuestro aunque nadie haya visitado nunca una refinería y mucho menos sea dueño de una gasolinería. Esta percepción obedece a mi parecer a un error en el arranque de la iniciativa. No queremos ver comerciales en la televisión en donde nos tratan de vender la idea de que con una ouija el tata Lázaro se pronuncia a favor del cambio constitucional, ni las promesas de que todos gozaremos de meter la pata al fondo del pedal porque la gasolina será casi regalada. Lo que queríamos ver era al líder Romero Deschamps tras las rejas. Aquí es en donde se pierde toda credibilidad. El modelo Elba Esther probó sus bondades en meses pasados, si quieres cambiar algo primero encuentra al demonio que todos persiguen y mételo al penal más cercano. Parece que el grupo del presidente no quiso pagar el costo político de la medida. Los pecados del PRI hubieran sido lavados con los millones de pesos acumulados por Romero Deschamps con la imagen clásica tras las rejas.

 

 

El presidente Peña Nieto baila un tango muy peligroso. Cumplir los compromisos y pagar las facturas del grupo tendrán un precio. Las reformas que hoy vivimos nos llevan a la madre de todas, la gran reforma del estado. Los partidos políticos de oposición se apuestan para convertir en moneda de cambio su voto aprobatorio y reducir el poder presidencial haciendo que el PRI pierda espacios y control político. Ese es el verdadero objetivo. La ampliación de periodos de gobierno y la temida redistritación electoral federal pueden ser el sepulcro de la continuidad peñista.

 

 

 

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