Friday, 19 de April de 2024


El peor año de muchos: gracias EPN




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Ya lo decíamos en nuestra entrega anterior: el PRI nos mintió (práctica común del partido que nació desde el poder autoritario) cuando dijo que ellos sí sabían gobernar.

Se pasó un par de sexenios, los sexenios democráticos del PAN, criticando la supuesta incapacidad del poder presidencial y cacareando al final que a diferencia de Felipe Calderón, con Peña Nieto estaríamos mejor. Hoy estamos sin duda en el peor año de muchos, con crecimiento económico ínfimo, violencia, retrocesos en materia de transparencia, guardias ciudadanas que usurpan la función de seguridad monopolio del Estado y movilizaciones sociales por doquier. El país está hecho añicos.

 

 

Por vez primera, el mensaje con motivo del Primer Informe de Gobierno se verificó un día después del 1 de septiembre. No quiero imaginar qué habría pasado si ésta alteración del calendario se hubiera verificado en gobiernos panistas. El mensaje de Peña Nieto, dado desde la residencia oficial de Los Pinos con un selecto grupo de invitados, fue como aquel célebre Club de Toby: no se aceptan quienes no son de la élite neo revolucionaria. El discurso del presidente fue vacuo: parecía una relatoría de los compromisos incumplidos que están por venir. Vamos a impulsar, vamos a lograr, vamos a modernizar, vamos a mover a México…futurismo puro.

 

 

La mayoría de los avances del primer año del sexenio se registraron desde el Congreso de la Unión, producto de los consensos entre las distintas fuerzas políticas. Y subrayo: fue el Congreso y no el Pacto por México el impulsor de las reformas constitucionales y legales en el primer año nuevo gobierno priísta. El Pacto pretendió usurpar las funciones legislativas del Constituyente Permanente y el Congreso, a partir de acuerdos cupulares en ese período, denominado el Mexican Moment, que no fue otra cosa que la luna de miel del gobierno y las fuerzas políticas representadas por los dirigentes de los partidos. Los grandes avances del primer año son avances congresionales y no de la administración pública, avances en donde el PAN, a través de sus grupos parlamentarios, tuvieron un papel relevante y generoso, apoyando no pocas propuestas del Presidente. A diferencia del PRI, que siempre regateó el apoyo al PAN en el Congreso durante las administraciones de Fox y Calderón, nuestro partido ha sido congruente y responsable de cara a los mexicanos.

 

 

La economía va a la baja; la expectativa de crecimiento que proyectó la Secretaría de Hacienda y el súper funcionario Luis Videgaray no se ha cumplido y nos hemos quedado lejos. A lo anterior, Peña Nieto dice que por factores externos no fue posible crecer económicamente como estaba previsto, pero todo mundo sabe que eso no es cierto. Estados Unidos está en franca recuperación y México, que siempre va de la mano de la economía estadounidense, no reflejó lo anterior. Incluso los priístas están furibundos por que la SHCP no ha ejercido el gasto público y aterrizado los recursos en entidades y municipios, lo que tiene paralizada la economía. ¿será que el súper secretario Videgaray está ocupado en otros menesteres, atendiendo temas de Gobernación, Turismo, Comunicaciones, además de los propios de su oficina? Ajonjolí de todos los moles, le dicen por acá.

 

 

Las movilizaciones sociales están a la orden del día. La falta de operación política y ejercicio de la autoridad han provocado que las manifestaciones emigren de las entidades y vayan a la capital, afectando la actividad económica de la ciudad más grande del mundo. Mancera es cómplice por omisión del gobierno federal, mostrando un carácter pusilánime pocas veces visto. Los manifestantes insultan a la autoridad, agreden a los policías, cometen daños en propiedad ajena y el gobierno sólo observa, complaciente. Por otro lado, la violencia en el país no cesa: dicen que va a la baja pero lo único que ha disminuido es la cantidad de información que nos llega en torno a asesinatos, delincuencia organizada y narcotráfico. Se maquilla la información, pero la violencia está en su apogeo.

 

 

Lo dicho: el 2013 es el peor año de muchos, cortesía de Peña Nieto y el PRI. Desde aquel aciago año de 1994, no ha habido peor año en México por motivo de crisis económica, violencia y desesperanza social. Coincide que en ambos casos -1994 y 2013-, gobernó el PRI, y que los actores políticos son esencialmente los mismos. Ahora valoramos los gobiernos emanados del PAN y, como dice un tuit que circuló en días previos: parece que estábamos mejor cuando -a decir del PRI- estábamos peor.

 

 

 

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