Saturday, 20 de April de 2024


Moreno Valle, Lalo Rivera y sus “ratos libres…”




Written by 

Recientemente se dio a conocer que, el actual Presidente Municipal de Puebla, Eduardo Rivera Pérez, impulsa la campaña de los candidatos de la Coalición “Puebla Unida”, y concretamente las aspiraciones de Tony Gali rumbo a la Alcaldía de Puebla.

Tal y como lo relató el reportero de esta Casa Editorial, Osvaldo Macuil, Eduardo Rivera se desvivió en elogios hacia Antonio Gali, en un evento realizado el fin de semana pasada, a quien calificó como “un hombre sencillo, trabajador y de palabra” y como el único capaz de continuar con el proyecto de transformación que ha emprendido junto a Rafael Moreno Valle(sic…)

 

 

Sin embargo, Rivera no es el único servidor público que ha manifestado su apoyo a Gali, también lo hizo el gobernador Rafael Moreno Valle, quien recientemente declaró que “apoyará a Gali en sus ratos libres…”, y lo mismo el Senador Javier Lozano, quien ha sido designado como vocero de la campaña de Gali, y de plano, él sí, a todas horas apoya a su candidato (a través de Twitter, en entrevistas, en eventos, etc.)

 

 

Esta situación ha reabierto el debate (o debería hacerlo) acerca del papel que deben jugar los gobernantes en un proceso electoral. ¿Es válido que un gobernante apoye a un candidato? Veamos.

 

 

Casi todos los gobernantes que incurren en este tipo de actos, se justifican diciendo que “están en su derecho”, es decir, que “están haciendo uso de sus derechos políticos, como cualquier ciudadano normal…”, y el argumento que acompaña a esta justificación, es que “lo hacen fuera del horario laboral”, en sus “ratos libres” –como diría el gobernador-

 

 

Este argumento que, a primera instancia podría parecer convincente, parte de dos premisas falsas. La primera es que: los gobernantes NO son ciudadanos ordinarios, ya que cuentan con mayores (y más altas) responsabilidades, atribuciones, facultades, etc., que cualquier ciudadano “normal” (no aceptarlo así, sería demagógico), luego entonces, si sus facultades son más amplias, sus derechos deberían ser más acotados, así de fácil…

 

 

La segunda tiene que ver con una confusión entre “ratos libres” y descanso, esto es: todo ser humano (y los políticos no son la excepción) tienen derecho a descansar, sin embargo, un gobernante no puede  (o no debe) tener “ratos libres” porque su encargo requiere atención de tiempo completo, es decir, todo gobierno tiene frente a sí: complejidades constantes (pobreza, inseguridad, crecimiento poblacional, etc.), y también problemas que no se pueden calcular (desastres naturales, estallamientos sociales, etc.), luego entonces, ante este escenario, ¿podría tener “tiempos libres” un gobernante? ¿Qué entendemos por “ratos libres”? ¿Son “ratos” en que el gobernante se aleja (por no decir: se olvida) de los problemas del Estado? Si eso es un “rato libre”, entonces es un hecho que los gobernantes no deberían tener “ratos libres”, sería una irresponsabilidad. Incluso hasta en sus momentos de descanso (como lo pueden ser sus vacaciones), el gobernante está obligado a estar pendiente y atender los asuntos del Estado.

 

 

Volviendo al tema que nos ocupa en esta columna: La participación de Eduardo Rivera y/o de Rafael Moreno Valle en la campaña, rompe flagrantemente con la equidad de la contienda. No por ser domingo dejan de ser gobernantes (es una falacia), por lo tanto, al apoyar a su candidato, traicionan a la ciudadanía (porque no se les paga para eso) y hacen un mal uso de su poder.

 

 

¿Qué pasa si hace erupción el volcán, en pleno evento panista, con la presencia de Rivera y Moreno Valle? ¿El “ciudadano” Moreno Valle se pone de inmediato su camisa de gobernador para atender la emergencia?

 

 

 ¿Por qué si, -como él dice- “acudió como cualquier ciudadano”, Eduardo Rivera llegó al evento de Gali, en camioneta oficial, con ayudantía oficial, y haciendo uso de la telefonía oficial?

 

 

Se trata de un asunto de legalidad y legitimidad. Legalmente no tienen porqué hacer proselitismo porque la ley NO se los estipula. A diferencia de los ciudadanos normales (que se rigen por el Derecho Civil), los servidores públicos (que se rigenbajo el Derecho Público)están obligados a hacer ÚNICAMENTE lo que la ley les señala, y la ley en ningún lado dice que los servidores públicos DEBEN hacer campaña. Además, es ilegítimo que un gobernante desatienda los asuntos de la entidad, para atender los asuntos de su partido. Se trata de democracia y se trata de congruencia, qué pena que Rivera y Moreno Valle olviden estas palabras en sus oficinas, antes de asistir a un evento de campaña.

 

 

Rate this item
(1 Vote)
comments powered by Disqus