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La Secretaria de Defensa Nacional (Sedena) y el propio gobernador mexiquense, Eruviel Ávila Villegas, aseveraron de inmediato que los civiles, desde el interior de una bodega vacía, atacaron el convoy militar cuando éste pasó por el municipio. Según la versión oficial, los soldados replicaron al asalto, mataron a las 22 personas –todos ellos miembros de la Familia Michoacana—y encontraron a 38 armas de fuego, una granada y tres mujeres secuestradas en la bodega.
Sin embargo, HRW urgió a la PGR a “considerar adecuadamente las evidencias que señalan que militares habrían actuado de manera irregular”, ya que un reportero de Associated Press (AP), tras visitar el lugar de la balacera, señaló que existía “escasa evidencia de que se hubiera producido un intenso enfrentamiento” y sublevó la posibilidad que se haya tratado de un fusilamiento.
La agencia de noticias estadunidense reportó que solamente encontró orificios de balas en las paredes del depósito, mientras que la delegación de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH), que documentó el caso, señaló la ausencia de rasgos de balas perdidas, que hubieran comprobado que los soldados dispararon desde cierta distancia.
Varios medios, nacionales e internacionales, publicaron el reportaje y empezaron a investigar más a fondo. Según el periódico Reforma, un vecino reveló que el fusilamiento ocurrió como venganza del Ejército tras el asesinato de seis soldados. Además, aseveró que los jóvenes asesinados “no eran del pueblo” sino probablemente “de Michoacán o de Guerrero”.
Un soldado resultó herido del enfrentamiento. “Que los soldados hayan causado la muerte de la totalidad de los 22 presuntos delincuentes y solamente un militar haya resultado herido genera dudas sobre que el uso de la fuerza haya sido proporcional”, indicó José Miguel Vivanco, director para las Américas de la organización.
La organización, que cita un “medio local”, 628 civiles han muerto en enfrentamientos con militares desde la investidura de Enrique Peña Nieto, el 1° de diciembre de 2012.
