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El científico Jesús Manuel Macías señaló que en México no hay estructuras tecnológicas y científicas y los técnicos no tienen los medios para monitorear, pronosticar y generar alertas ante la posible ocurrencia de un tornado, lo que es “una limitación muy seria que se debe corregir”.
El científico del Centro de Investigación y Estudios Superiores en Antropología Social del Sureste indicó que en la ocurrencia de un tornado hay que ponerse en lugares seguros, no menospreciar al fenómeno, pues se tiene dificultad para conocer su trayectoria y no se puede pronosticar.
En entrevista en el Campus Chiapas de la Escuela Nacional de Protección Civil, recordó que en San Cristóbal de las Casas hubo cuatro tornados de diferente intensidad en julio y agosto, de los cuales el más fuerte se registró el 6 de agosto y generó una declaración de emergencia.
El especialista añadió que los tornados mesociclónicos “pueden ser en escala de cero a cinco, pero generalmente de cero a dos, las velocidades del viento van desde los 110 hasta 220 kilómetros por hora, en vientos en huracán categoría uno”.
Alertó que el problema de la existencia de los tornados es que tienen que ser reconocidos como amenazas y el gobierno tiene que asumir su responsabilidad de reconocerlos y aplicar acciones para proteger la vida de las personas.
Expuso que hay dos tipos de tornados, “unos son fuertes y surgen de fenómenos meteorológicos que se llaman súper celda y otros más débiles, no súper celdas, pero pueden ser muy fuertes y una amenaza para la vida y las propiedades de las personas”.
“Hemos registrado tornados en todo tipo de condiciones topográficas, climáticas, en zonas montañosas y de llano; son corrientes de vientos fuertes, una columna de aire que tiene conexión con la nube y llega hasta el piso, una columna vertical, de vientos giratorios y precipitan granizo muy grande”, añadió.
