Saturday, 20 de April de 2024


Desinstitucionalización del PAN




Escrito por  Carlos Ramírez
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Luego de estar doce años en la presidencia de la república y de haber tenido el apoyo del PRI para la gobernabilidad, el PAN de Gustavo Madero viene de regreso de la etapa de institucionalización y en los últimos días se ha lopezobradorizado.

Y se trata del mismo PAN --cuando menos en las siglas-- que padeció el ninguneo PRD, vio a su presidente Fox sin poder entrar al Palacio Legislativo entregar su informe y que estuvo a punto de una crisis constitucional cuando los perredistas pusieron cadenas y barricadas y escondieron bombas molotov para impedir la toma de posesión de Felipe Calderón.

 

 

En efecto, es el mismo PAN que pudo gobernar doce años con el apoyo institucional del PRI, no sólo de formas sino en algunas de las reformas panistas en esos doce años. Y también es el mismo PAN que careció de una buena candidatura en el 2012 y que perdió las elecciones presidenciales últimas primero dentro del PAN y luego en las urnas.

 

 

El PAN que dio el salto a la institucionalización en julio del 2000 cuando el PRI reconoció su derrota, ahora viene en su camino de regreso al PAN de los bárbaros del norte que quisieron reventar al PRI por la vía de la lucha libre en el periodo 1973-1988. El PAN de Javier Corral Jurado aplastó al PAN de Gustavo Madero y explotó la reunión sobre federalismo en el Senado porque le negaron a Corral la tribuna de lucimiento personal frente al presidente de la república.

 

 

Cuando el PAN gobernó durante doce años, ningún priísta increpó al presidente de la república ni trató de obligarlo a un diálogo entre poderes. Ahora de nuevo en la oposición, el PAN de Madero controlado por Corral --el PAN lopezobradorizado-- le cerró las puertas del Senado al presidente. Lo paradójico fue que el PRD que antes incendiaba el congreso preside el Senado y buscó un encuentro de cortesía institucional con el poder ejecutivo.

 

 

El incidente alrededor de la decisión presidencial de no asistir hoy al Senado a un encuentro sobre federalismo --lo paradójico sería bizarro, de no ser por el mensaje autoritario que deja el PAN: un federalismo sin el ejecutivo federal y un legislativo panista de barricadas verbales y bloqueos políticos-- ha sido una de las definiciones más importantes del PAN después de su derrota presidencial de julio del 2012: la desinstitucionalización o el regreso a la política selvática.

 

 

Mientras que el PRD dio un salto cualitativo hacia la institucionalización con las presidencias perredistas de las dos cámaras, el PAN de Corral-Madero dio un salto al vacío que recuerda en estos días aquella decisión estudiantil del 68 que le exigió al presidente de la república un diálogo público, en el zócalo, entre el Consejo de Huelga y el jefe del ejecutivo federal.

 

 

En el fondo, el PAN sólo quiere desmarcarse del PRI por el voto panista que avaló las reformas secundarias energéticas. En las elecciones legislativas del 2015 el PAN quiere ofrecer una imagen de partido de oposición, aunque en el camino siga latente la imagen de una coalición gobernante en materia de reformas estructurales. Lo paradójico es que el PRD que acusó al PRI de traición a la patria sea el mismo PRD que institucionalmente preside las dos cámaras con el aval de esos traidores a la patria.

 

 

La reorganización del sistema político por el regreso del PRI exigía un PAN activo, pero sorpresivamente ha sido el PRD sin López Obrador el que ha colaborado con la institucionalización de las nuevas relaciones partidistas del gobierno con la oposición.

 

 

Al final, las objeciones del PAN son procedimentales, producto de la lucha interna por el control del partido y que buscan en el fondo diluir el costo político y electoral de la colaboración del panismo con las reformas energéticas que estarán de alguna manera en elánimo electoral en el 2015.

 

 

 

 

 

 

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