Tuesday, 19 de March de 2024


México 2014: cayó demanda de onzas de plata




Escrito por  Guillermo Barba
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Este blog le da seguimiento periódico a la acumulación de onzas de plata Libertad –la moneda de inversión más conocida en el país junto con el Centenario de oro, por parte del público inversor. De esta forma, descubrimos que la demanda tiende a elevarse en períodos de crisis o de alta inflación. Así ha sido desde el inicio del siglo.

En esta entrega le actualizamos las cifras. Según datos oficiales de Banco de México (Banxico), el apetito de los mexicanos por el metal fino cayó 3.7 por ciento en 2014 respecto a 2013. El total de monedas nuevas de una onza de plata pura puesto en circulación ascendió a solo 823,091. Esta cifra se encuentra apenas por debajo del promedio de los últimos 15 años (línea amarilla), de 858,195 monedas anuales (continúa después del gráfico).

Por donde se le vea, es una mala noticia que los mexicanos no estén adquiriendo metales preciosos en físico como protección financiera al nivel que lo están haciendo en otros horizontes, en especial, en Asia. Aunque la caída en la demanda del año pasado no es un desplome como el que se dio en 2012, la realidad es que los ahorradores nacionales no aprovecharon que la plata se vendió a precios mínimos de cinco años. Una oportunidad perdida.

Como le informé hace unos días, este mes la tendencia del metal precioso ha sido al alza, pero aunque no se descarta una nueva caída importante de las cotizaciones, nada garantiza que volvamos a ver los niveles del año pasado.

El oro y la plata están dentro de un mercado alcista mayor que aún no termina. Ese ciclo concluirá algún día en fase de burbuja, que por ahora luce muy, muy lejana. Sin embargo, desde 2011 la dupla de metales preciosos monetarios sufre una corrección (baja) que terminará por revertirse. Los fundamentos del oro y la plata son más sólidos que nunca.

Ahora bien, la caída del precio la plata del año pasado se ha dado como consecuencia de varios factores como: la manipulación del mercado, un descenso que se estima podría llegar al 7 por ciento en la demanda industrial y de joyería; y las presiones deflacionarias en el mundo. Estas últimas, agravadas por la impresión masiva de dinero a cargo de los bancos centrales (ver aquí por qué no están creando inflación como es su propósito).

Ante ese negro panorama económico que tenemos en México y el mundo, sería una pena que los inversores dejaran pasar de largo la posibilidad de reforzar sus escudos financieros de plata de largo plazo, preferentemente en monedas –debido a su mayor negociabilidad, barras  o lingotes. Lo anterior, claro, siempre que volvamos a ver una nueva oportunidad de compra. Nunca se debe adquirir ningún activo cuando ya está caro y/o subiendo.

Cabe recordar que los metales preciosos son necesarios en épocas inflacionarias, pero indispensables en deflación. Esto se debe a que son una protección tangible contra el colapso del sistema monetario, que es a lo que nos aproximamos. Y es que, desesperados y guiados por teorías equivocadas, gobiernos y bancos centrales llegarán hasta las últimas consecuencias para tratar de revivir la economía con sus métodos de siempre: derrochando dinero, imprimiéndolo sin límites y deprimiendo más las tasas de interés. El “estímulo” monetario anunciado por el Banco Central Europeo hace unos días es solo el ejemplo más reciente. Al final, el desastre que están creando lo atribuirán a todo, menos a sus propios errores.

Esperemos que 2015 sí sea un nuevo “año de la plata” y difundamos el mensaje. La caída en la demanda de onzas Libertad podría ser síntoma de que el público se está dejando llevar por la propagando oficial de que “vamos bien”. Un viejo cuento en el que no debemos creer.

 
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