Tuesday, 19 de March de 2024


La paz hipócrita: todos se preparan para pelear




Escrito por  Guillermo Barba
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Hace justo una semana en este espacio le dimos cuenta del mensaje que envió el gobierno del presidente ruso Vladimir Putin: si Estados Unidos enviaba armas al ejército ucraniano, lo consideraría una declaración de guerra y se reservaría el derecho de contraatacarlo a él y sus aliados en otros frentes. Quienes saben leer estos códigos saben que la amenaza no es ninguna broma ni una filtración. No por casualidad fue el periódico The Moscow Times, el encargado de difundirlo en inglés.

En ese contexto, la semana pasada se firmó también –por segunda ocasión– un acuerdo de cese al fuego en Minsk, la capital bielorrusa, que entraría en vigor el primer segundo del domingo. La notable fragilidad de la tregua era evidente y hasta el momento, ha sido un rotundo fracaso: según reportes oficiales, las dos partes en conflicto no han dejado de combatir en buena parte del territorio en disputa.

Como suele ocurrir, hay quienes subestiman la gravedad de lo que está no solo en Europa oriental, sino en Medio Oriente y Asia. Pero la realidad es innegable: Occidente y Oriente se están preparando para pelear. Si estallará o no una conflagración internacional está por verse. El punto en todo caso es que donde aún la hay, lo que existe es una paz hipócrita.

En el Este ucranio, el ejército de ese país comenzó a rendirse hoy en la estratégica ciudad de Debáltsevo –eje de comunicaciones entre Donetsk y Lugansk, ante el asedio de los rebeldes. Kiev ha dicho que se trató de una “retirada” bien planeada pero lo cierto, es que fueron derrotados y masacrados.

Las acusaciones se cruzan otra vez. El vicepresidente estadounidense Joe Biden y el presidente ucranio Petro Poroshenko, acordaron vía telefónica que “si Rusia continua violando los acuerdos de Minsk, incluido el más reciente firmado el 12 de febrero, los costes para Rusia crecerán". Atrás quedó entonces la supuesta eventual “reducción” de las sanciones contra Moscú, pues para Washington, los rusos ya incumplieron el convenio de cese al fuego.

Del otro lado, es muy delicado que, como reporta Zerohedge, ahora no sea un mensaje encubierto, sino una declaración del presidente Putin, la que señale “armas estadounidenses ya están siendo suministradas a Ucrania”. Putin no ha ofrecido pruebas, pero su simple dicho debe preocupar pues nos pone a pensar: ¿habrá represalias contra aliados americanos en otros frentes como antes amenazaron? Como sea, Putin también ha dicho que está “más optimista que pesimista” respecto a Ucrania. Sin embargo, una vez que tropas afines a Moscú han tomado control pleno del Este, puede usted apostar a que bajo ninguna circunstancia querrán volver a estar bajo la jurisdicción de Kiev. En otras palabras, es cada vez más probable que siguiendo el camino de Crimea, organicen un referéndum para formalizar su separación de Ucrania.

Al ultranacionalista presidente ucranio esto le debería ya quedar claro: nunca más tendrá soberanía sobre los territorios perdidos. Así que mantener las hostilidades con apoyo americano solo le significará un aumento de costos con ningún beneficio.

En otro frente, ayer el Wall Street Journal reveló que la Casa Blanca ha decidido equipar a rebeldes sirios “moderados” con camionetas armadas con ametralladoras, GPS y radios ¡para pedir apoyo aéreo de bombarderos americanos B-1B! Es obvio que en última instancia se trata de una estrategia más para atacar a las tropas de Bashar al-Assad, presidente de Siria y aliado de Rusia. Cabe recordar que la caída de Assad es fundamental para los planes de Qatar de instalar un oleoducto en subsuelo sirio, que afectaría intereses rusos. Así que no espere que Putin se quede cruzado de brazos viendo cómo Washington arma rebeldes “moderados” en un momento en que se supone, lo que quiere es combatir al Estado Islámico. Una nueva fachada.

En el lejano Oriente, el primer ministro japonés Shinzo Abe, ya toma previsiones ante un posible conflicto militar. Seguro esto tiene que ver con los desencuentros territoriales que Japón ha tenido con China, un viejo enemigo. Aunque por décadas la constitución japonesa prohibía movilizar tropas excepto para su legítima defensa, el año pasado el gabinete de Abe aprobó la exportación de equipo militar. Asimismo, llevó a cabo una revisión legal que concluyó que Japón, tiene derecho a desplegar su poderío militar en el extranjero para “proteger a sus ciudadanos” y “aliados bajo ataque”. La Dieta Nacional japonesa debatirá en abril un paquete de medidas propuestas por el gobierno para que sus fuerzas armadas puedan desplegarse en el extranjero. El Ministerio de Defensa del país nipón ha dicho que consideran ampliar sus patrullajes sobre el Mar de la China Meridional. No es casual entonces que en enero el presupuesto japonés de Defensa aprobado haya sido histórico.

El mundo pues, vive con la doble cara de potencias rivales que “por si acaso”, se están armando hasta los dientes.

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