Friday, 29 de March de 2024


El Segundo Piso, una danza de millones que se mueve en la opacidad total




Escrito por  Arturo Rueda
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De acuerdo al comunicado que OHL envió ayer a la Bolsa Mexicana de Valores, el Poder Judicial Federal obligó al gobierno poblano a emitir un nuevo decreto de rescate en el que reconocía que la empresa tenía derecho a una indemnización. La trasnacional reclamaba pago por una cantidad superior a 600 millones de pesos. Y aquí viene la parte incomprensible: Moreno Valle decidió no pagarle 600 millones de indemnización a OHL, pero le consiguió un negocio mejor para recibir un subsidio de 5 mil millones de pesos. ¿En qué mundo tiene lógica?

La construcción del Segundo Piso de la autopista México-Puebla es una danza de millones que se mueve en total opacidad, en lo que lo único que queda claro es el subsidio gubernamental de 5 mil millones de pesos a la asociación de empresa OHL-Pinfra para un negocio del que obtendrán ganancias exorbitantes por los próximos 30 años. ¿Por qué dos empresas privadas, de las más importantes del país, reciben un subsidio semejante? Nadie, ni el titular de SCT ni el gobernador Rafael Moreno Valle, pudieron o quisieron explicarlo ayer durante el arranque de la obra, como tampoco a cuánto ascenderá el peaje por acceder al viaducto de 13.3 kilómetros, ni las ganancias esperadas para ambas empresas.

 

 

Queda claro que la empresa española hizo con el segundo piso un mejor negocio que el que tenía proyectado con Mario Marín y el Libramiento Norte. En la concesión otorgada en 2008 para la vía de 31 kilómetros, debía invertir alrededor de 3 mil millones de pesos para su construcción y operación, pero del erario poblano no se iba a gastar un peso. El consorcio que dirige José Andrés de Oteyza debía hacerse cargo del pago del derecho de vía. Ahora, con su nueva concesión, gastarán menos de lo que tenían programado en el Libramiento Norte, y recibirán un súper bono de 5 mil millones de pesos.

 

 

La danza de los millones tiene un complejo entramado financiero que tampoco fue informado ayer. Por ejemplo, en el subsidio gubernamental se sabe que 2 mil 500 millones proceden del gobierno federal, dinero que ya fue depositado en la tesorería del gobierno poblano. ¿Y los otros 2 mil 500 millones de pesos quién los va a poner? ¿La administración morenovallista?

 

 

De acuerdo con una entrevista en Fórmula Financiera la noche de antier, Moreno Valle afirmó que se constituyó un fideicomiso para asegurar que los recursos públicos comprometidos se ejerzan al mismo tiempo que los recursos privados de OHL-Pinfra, de tal forma que las empresas no se hagan tontas y utilicen solamente el dinero del erario.¿Quién va a manejar el fideicomiso?

 

 

En esa misma entrevista, Moreno Valle afirmó que al terminar la vigencia de la concesión por 30 años, el Segundo Piso pasará a formar parte del patrimonio de Puebla al tratarse de una concesión entregada por el estado. ¡Pero eso ocurrirá hasta….2046!!! Mientras tanto, OHL-Pinfra explotarán un negocio que tiene Tasa Interna de Retorno (TIR) asegurada del 10 por ciento de la inversión de capital.

 

 

Porque, claro, el Segundo Piso es un negocio. Ayer nadie quiso decirlo, pero en realidad es una autopista elevada de peaje. Es decir, los vehículos no circularán libremente por ella, sino que deberá pagarse una cuota que, todavía, nadie sabe a cuánto ascenderá.

 

 

¿Quién es el responsable de este subsidio a las empresas OHL y Pinfra? ¿Cómo y porqué llega Pinfra, la empresa de David Peñaloza al negocio?

 

 

El pretexto es que la nueva concesión a OHL es en pago a la indemnización por el rescate del Libramiento Norte, una historia incomprensible a todas luces. El gobierno morenovallista, en mayo de 2012 publicó en el Periódico Oficial del Estado el decreto de rescate de la vía. Los argumentos fueron tanto la ilegalidad de la entrega —no hubo licitación—, así como incumplimientos de la empresa española. Sobrevino el litigio en tribunales federales, y aunque Moreno Valle presumió que había ganado, en realidad perdió.

 

 

¿Por qué? Porque de acuerdo al comunicado que OHL envió ayer a la Bolsa Mexicana de Valores, el Poder Judicial Federal obligó al gobierno poblano a emitir un nuevo decreto de rescate en el que reconocía que la empresa tenía derecho a una indemnización. La trasnacional reclamaba pago por una cantidad superior a 600 millones de pesos.

 

 

Y aquí viene la parte incomprensible: Moreno Valle decidió no pagarle 600 millones de indemnización a OHL, pero le consiguió un negocio mejor para recibir un subsidio de 5 mil millones de pesos. ¿En qué mundo tiene lógica?

 

 

En esta oscura trama financiera no puede pasar por alto el papel jugado por el secretario de SCT, Gerardo Ruiz Esparza, y su subsecretario Raúl Murrieta Cummings, dado el afecto que tienen hacia OHL como ha quedado evidenciado tanto por las obras entregadas en el Estado de México, como las que llevan en dos años del gobierno federal. Con los mexiquenses, la transnacional española no pierde de ninguna forma.

 

 

Pero Ruiz Esparza y Murrieta Cummings se han lavado las manos de esta oscura trama de opacidad. El gobierno morenovallista es el responsable jurídico de la obra, y cualquier escándalo que sobrevenga, le va a pegar al Góber Bala y no a Peña Nieto. Así se las gastan.

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