Friday, 19 de April de 2024


La filtración del Juanito a Excélsior: la guerra de baja intensidad de Madero




Escrito por  Arturo Rueda
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La filtración, según los entendidos, provino de la oficina de Gustavo Madero, quien ya tiene amarrada su plurinominal y por supuesto, la coordinación de la bancada, pero no quiere enfrentar la inevitable competencia que le significaría tener en San Lázaro a Moreno Valle. Especialmente al poblano, aunque sea a partir de 2017, que será cuando tomará forma la carrera por la candidatura presidencial. ¿Por qué fue Madero quien filtró a Excélsior los planes secretos del gobernador poblano?

El run run venía corriendo desde el año pasado. En este espacio lo consignamos en septiembre de 2014 como un rumor disparatado: el gobernador Moreno Valle buscaba la vía idónea para ser candidato a diputado federal por la vía plurinominal y asumir una curul en San Lázaro al día siguiente de dejar Casa Puebla, en febrero de 2017. La primera hipótesis filtrada provino de Casa Aguayo, pues Luis Maldonado calculaba que podría ser gobernador interino por cuatro meses si Moreno Valle pedía licencia para asumir esa candidatura. Mucho después, Rodolfo Ruiz en La Corte de los Milagros dijo que utilizaría un camino indirecto: ocupar la suplencia de Eukid Castañón, quien se convertiría en una especie de Juanito con su primera plurinominal.

 

 

El rumor local se elevó a nivel nacional luego de que Excélsior publicó el lunes pasado, en una filtración a modo desde el CEN panista que, en efecto, Moreno Valle y Guillermo Padrés quieren ser diputados federales a través de una suplencia —en el caso del poblano usando la de Eukid—. ¿Por qué una filtración a modo? Porque a nadie en el equipo morenovallista se le escapó que, en realidad, el objetivo de la nota de Excélsior —incluso ya fue borrada— fue airear el impedimento jurídico para que ambos mandatarios puedan asumir la candidatura, incluso a través de una suplencia.

 

 

La filtración, según los entendidos, provino de la oficina de Gustavo Madero, quien ya tiene amarrada su plurinominal y por supuesto, la coordinación de la bancada, pero no quiere enfrentar la inevitable competencia que le significaría tener en San Lázaro a Moreno Valle. Especialmente al poblano, aunque sea a partir de 2017, que será cuando tomará forma la carrera por la candidatura presidencial. ¿Por qué fue Madero quien filtró a Excélsior los planes secretos del gobernador poblano?

 

 

Primero, el tema había sido parte de la agenda local, pero muy pocos lo había tomado en serio. Al publicarse en Excélsior se abre al debate nacional controvirtiendo la aspiración con argumentos jurídicos concretos. De acuerdo con la nota, el numeral V del artículo 55 de la Constitución precisa que, entre los requisitos para ser diputado federal, no se puede ser mandatario en activo. “Los gobernadores de los estados y el jefe de Gobierno del Distrito Federal no podrán ser electos en las entidades de sus respectivas jurisdicciones durante el periodo de su encargo, aún cuando se separen definitivamente de sus puestos”, dice.

 

 

Cita textual: “sin embargo, la interpretación de los equipos cercanos de ambos mandatarios es que la Constitución es clara para los candidatos a diputados federales por el principio de mayoría relativa, que son quienes buscan el voto y hacen campaña, no así para los aspirantes por la vía plurinominal y, sobre todo, los suplentes, pues no serán los actuales mandatarios quienes aparezcan en la lista definitiva de candidatos plurinominales; ellos serán suplentes que sólo entrarán en caso de que no puedan continuar los titulares; es decir, Padrés y Moreno Valle no van a buscar votos para ellos”.

 

 

Por supuesto, Excélsior no habló con “los equipos cercanos de ambos mandatarios”, a quienes atribuye la dolosa filtración. Ninguno de ellos revelaría planes tan secretos y trascendentales de sus jefes, ni ofrecerían los argumentos jurídicos que controvierten la aspiración de reservar un lugar en la Cámara a través de sus incondicionales.

 

 

No, la filtración a Excélsior no es otra cosa que la guerra de baja intensidad entre Madero y Moreno Valle. Patadas debajo de la mesa que se vienen dando entre dos personajes que construyeron una coalición de intereses para adueñarse de Acción Nacional, pero que ahora persiguen el mismo objetivo: la candidatura a la Presidencia que se definirá a finales de 2017. Ambos desean postergar la ruptura, optando por sumar esfuerzos para que el albiazul continúe su remontada en las encuestas. Pero los jaloneos son inevitables.

 

 

Lo dijo el mismo Gustavo Madero al autodestaparse: “muchos esperan que me pelee con Moreno Valle pero no ocurrirá, queremos que se sumen más aspirantes y llegar fortalecidos”. No miente el dirigente nacional: este año hay en juego nueve gubernaturas, y el próximo año habrá más, Puebla incluida. Las opciones de ganar en 2018, lo mismo para Madero y para Moreno Valle, es que el PAN haya ganado más gubernaturas y presidencias municipales. ¿De qué serviría romper y pelearse desde ahora?

 

 

Un objetivo más une en el mediano plazo al matrimonio de interés: hacerse de la dirigencia nacional que se renovará a finales de 2015. ¿Qué ocurriría si Madero presentara su propio candidato y Moreno Valle el suyo? Que el PAN se despedazaría y daría opciones, quizá, de revivir al calderonismo.

 

 

Lo que sí es claro es que Madero no quiere a Moreno Valle en San Lázaro, y por ello, indirectamente buscó dinamitar el plan Juanito. Al acabar el gobierno de Puebla, y si no consigue la diputación federal, Moreno Valle perdería plataforma de lucimiento, y con ello, opciones de pelear la Presidencia. Así que hasta el 7 de mayo, fecha límite para modificar a los suplentes, se mantendrá en vilo un capítulo estratégico de la lucha adelantada por la candidatura presidencial. ¿Impondrá Madero su veto o Moreno Valle su anhelo? 

 

 

 

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