Thursday, 28 de March de 2024


Era un niño y fue un héroe: el sepelio del Niño Héroe de Chalchihuapan




Escrito por  Arturo Rueda
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Una bandera nacional cubre el féretro blanco que protege los restos mortales de José Luis Tehuatlie. La escena parece salida de los viejos libros de Historia, de Civismo. No un revolucionario, ni el comandante de un ejército. No es Benito Juárez, Melchor Ocampo, ni Santos Degollado. Elia Tamayo despide a su niño. El pueblo le dice adiós a su héroe. —Crónica—

Una bandera nacional cubre el féretro blanco que protege los restos mortales de José Luis Tehuatlie Tamayo. Antes que el cortejo fúnebre abandone el zócalo de la junta auxiliar, sus compañeros de la escuela secundaria Flores Magón cantan el Himno Nacional. Abrazadas, lloran juntas, la madre y la abuela. La escena parece salida de los viejos libros de Historia, de Civismo.

 

 

No es un revolucionario, ni el comandante de un ejército. No es Benito Juárez, Melchor Ocampo, ni Santos Degollado. Elia Tamayo despide a su niño. El pueblo le dice adiós a su héroe. Chalchihuapan tiene a su Niño Héroe, cuyo nombre será recordado por décadas. Se ganó un lugar en la Historia. Algún día tendrá una estatua de bronce. Polvo que piensa no vuelve al polvo, dijo Jesús Urueta.

 

 

 

 

La comunidad necesita un héroe porque está en pie de guerra. De poco importa el muerto, los heridos que salieron mutilados y hasta los cuatro detenidos que ya recibieron formal prisión. El pueblo de Chalchihuapan declara la guerra a Rafael Moreno Valle. Hasta sus últimas consecuencias.

 

 

Uno y otro y otro de la larga lista de oradores en el funeral cívico del Niño Héroe no se cansan de repetir la misma acusación. ¡Asesino, asesino, asesino! ¡Moreno Valle mató a José Luis! ¡Moreno Valle es el responsable! La plaza principal de Chalchihuapan se estremece cuando una de sus compañeritas en la secundaria Flores Magón hace uso de la palabra en la improvisada lista de oradores y grita “¡Moreno Valle es un asesino, qué te hicimos para que nos persigas así!

 

 

 

 

Se agitan las cartulinas con consignas, así, escritas con errores de ortografía groseros. La expresión del pueblo. “Un gober siego no puede gobernar y tu eres lo que le sigue”. “José Luis se fue al cielo y Moreno Valle al infierno”. “Chalchihuapan hoy esta de luto gracias a un bruto depredador empedernido”. Voz del pueblo, voz de Dios.

 

 

En su declaración de guerra, los pobladores de Chalchihuapan no están solos. Presidentes de juntas auxiliares de la región se solidarizan, alzan la mano, pronuncian discursos, prometen vengar la afrenta. También se suman presidentes de organizaciones sociales que llevan años luchando contra la represión morenovallista. Tres diputadas federales y el senador Luis Sánchez, vicepresidente de la Cámara alta. La hoy rockstar Roxana Luna, engrandecida por la campaña sucia del régimen, no hace uso de la palabra. Ha sido y seguirá siendo la voz, pero hoy no toca.

 

 

Su lugar lo toma el senador Luis Sánchez, del PRD, a quien no le tiemblan las palabras para embestir al ausente gobernador poblano. Promete que desde el Senado su partido promoverá el juicio político a Moreno Valle. Que la lucha de Chalchihuapan ya es suya, que no los va a abandonar. Se reconoce como el interlocutor de la conversación con Roxana Luna y que nació del espionaje telefónico, “y que todo esto se lo vayan a contar rápido”.

 

 

 

 

Elia Tamayo ya es una madre sin lágrimas. Todas se las gastó en el viacrucis que arrancó hace 13 días, cuando en una manifestación para reclamar el retorno del Registro Civil, los policías hirieron a su hijo con un proyectil. Luego de trasladarlo al hospital arrancaron las presiones para inculpar a sus paisanos. Entonces vino la angustia del tratamiento, de los diagnósticos. Ni muerto su hijo pudo descansar porque entonces arrancó la batalla por recuperar el cadáver.

 

 

 

 

Todos juntos a la batalla

 

 

El funeral del Niño Héroe de Chalchihuapan es un buen pretexto para que los presidentes de las juntas auxiliares retomen la demanda original: el retorno del Registro Civil a sus demarcaciones, manejados por ellas. La reforma, dicen todos los ediles auxiliares, tienen el objetivo de desaparecer a sus pueblos. No se van a dejar, van con todo para conformar un frente estatal de más de 150 comunidades. La mecha está prendida.

 

 

Ediles auxiliares de Chalchihuapan, San Miguel Canoa, Xonacatepec, Chipilo, San Diego Coachayotla, San Pedro Yalcuitlalpan y San Mateo Zoyamazalco hicieron acto de presencia. Javier Montes, perseguido por la PGJ estatal con varias órdenes de aprehensión, encabezó de forma valiente las exequias. Siempre al frente del ataúd, siempre cargándolo.

 

 

 

 

Desde las 9 de la mañana, cuando arranca la misa de cuerpo presente, el zócalo de Chalchihuapan ya luce lleno. Más de mil pobladores atestan la plaza principal. Los sacerdotes contienen el enojo social y lo dirigen a la resignación, a la esperanza de la vida eterna. Tan pronto como termina la misa, salen huyendo del pueblo para no contaminarse del mitin que ensalzó al Niño Héroe.

 

 

 

 

El cortejo parte en pleno rayo del sol, justo después del mediodía. La banda de guerra de la secundaria Flores Magón encabeza la larga hilera, así como sus compañeros que cuentan que uno de sus sueños era estudiar Medicina, pero el otro era migrar a Estados Unidos, como casi todos lo hacen en Chalchihuapan.

 

 

En ese pueblo de horas lentas se cuaja el enojo, se cristaliza la ira, se prepara una revuelta que nadie sabe hasta dónde puede llegar. Dos fechas quedaron marcadas en su calendario. 9 de julio, el día del enfrentamiento en la autopista. Y ayer 22 de julio, el día en que el Niño Héroe fue enterrado.

 

 

La revuelta ya dura 13 días. Nadie sabe cómo o cuándo va a parar.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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