La historia de esta perrita rusa recuerda a la del memorable akita Hachiko, quien esperó hasta su muerte en una estación de tren por su amo.
Una pequeña perrita salchicha llamada Masha continúa esperando a que su amo regrese, en el hospital siberiano de Novosibirsk donde el hombre falleció el año pasado.
Masha se ha convertido en una figura muy querida en el hospital Número Uno del distrito de Novosibirsk, los pacientes se encargan de que disponga de suficiente comida y una cama caliente para reposar mientras espera.
Los residentes notan su tristeza y mantienen la esperanza de que algún amante de los animales venga a adoptarla y le brinde un nuevo hogar, de hecho el médico en jefe del hospital, Vladimir Bespalov asegura que en sus ojos no reluce el brillo propio de los perros.
"No hay ninguna medicina para ella aquí, pero tenemos la esperanza de que Masha sea capaz de encontrar a otro amo, algún día y que ese día venga pronto, que Masha sea capaz de confiar en alguien", destacó Bespalov.
Masha es un dachshund de patas cortas que funge como recepcionista no oficial del hospital en la ciudad de Koltsovo desde hace dos años, cuando su amo fue admitido, el hombre era pensionado de la villa de Dvurechie, al caer enfermo lo acompañó su leal Masha, quien aunque no vive ahí y continuaba habitando la casa del amo, se trasladaba todos los días al hospital para estar a su lado.
La enfermera Alla Vorontsova dijo que una familia trató de adoptar a Masha recientemente, pero ella se escapó y regresó al hospital a las 3 de la mañana de un sábado, narra el diario The Siberian Times.
