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Un grupo de presos de la cárcel de Uribana, en el occidental estado de Lara, inició una huelga de hambre el lunes por la mañana para exigir la destitución de un funcionario.
En ese momento, algunos reos ingresaron violentamente a la enfermería para ingerir fármacos como antibióticos, antihipertensivos, antiepilépticos y alcohol, entre otros.
"Producto de la ingesta descontrolada de tales fármacos, resultaron intoxicados un grupo de 145 privados de libertad, los cuales han sido debidamente atendidos por el personal de salud", dijo el Ministerio para el Servicio Penitenciario en un comunicado.
"Informamos el lamentable deceso de 13 internos, entre tanto el personal médico hace sus mejores esfuerzos para reanimar a los afectados", agregó.
El ministerio precisó que no se produjo ningún motín, como reportaron algunos medios locales que, aseguran, los reos fallecieron entre el martes y el miércoles y la ingesta de medicinas fue para llamar la atención de las autoridades por supuestos tratos inhumanos y violaciones a sus derechos humanos.
Los motines y riñas en cárceles venezolanas son frecuentes. El año pasado, en uno de los hechos más sangrientos, al menos 58 reos murieron y más de 100 resultaron heridos tras un enfrentamiento en la misma prisión.
Casi 50.000 reclusos se reparten en una treintena de cárceles construidas para menos de un tercio de la población penitenciaria actual, según grupos locales de derechos humanos.