Ariana Grande era una devota del cristianismo hasta que su hermano se dio cuenta que le gustan los hombres y, todos sabemos que la religión no acepta la homosexualidad, entonces la cantante decidió pasarse al Kabbalah. ¡Eso es amor!
Así lo reveló la cantante en una entrevista al Sunday Telegraph, "Cuando a mi hermano le dijeron que el Dios cristiano no podía amarle, yo estaba como ‘Ok, eso no está bien’. Por aquel entonces estaban abriendo un centro de la Kabbalah en Florida así que fuimos juntos a ver de qué se trataba y, casi automáticamente, sentimos una profunda conexión con el judaísmo”.
Hasta la fecha, la también actriz no se arrepiente de la decisión que tomó por su hermano Frankie, ya que asegura que su vida ha cambiado de forma preciosa, "Me ha enseñado a no caer en mi ego y a pensar bien en mis intenciones antes de tomar decisiones”.
Nos ponemos de pie.
