Después de estrellarse su avión durante la Segunda Guerra Mundial, el atleta olímpico Louis Zamperini comienza una aventura envuelta en desastre, hambre y lucha contra todo pronóstico. La muerte esta en cada día que viaja por su balsa de rescate y en cada golpe que recibe durante su aprisionamiento en el campo de concentración japonés.
Esta es una historia que necesitaba contarse, y más aún, que salga a la luz para el disfrute del espectador.
En este filme, Angelina Jolie saca todo lo que tiene, demostrando que su capacidad para dirigir es superior a su actoral, su estilo es directo y en ocasiones adornado, pero logra hacer un trabajo empático que supera cualquier expectativa.
El guión viene a cargo de los hermanos Coen, adaptado de la novela de Laura Hillenbrand; la estructura narrativa es muy interesante ya que no desgasta el uso de flashbacks, contando su historia casi vivencial.
Las actuaciones son buenas, por lo menos de los dos actores principales: Jack o´neill como Zamperini y Domhnall Gleeson como Phil. La química está ahí, ambos hacen grandes sacrificios por su personajes, le dan realismo a la historia; extrañamente La Academia los ignora en su totalidad, solo para nominar a el equipo de audio y fotografía.
Respecto a estas nominaciones, estas tres posibles estatuillas son bien infundadas, el diseño sonoro es increíblemente manejado, nada está fuera de lugar y perfectamente equilibrado. Por su parte, la fotografía viene a cargo de Roger Deakins, esta sería su nominación número trece, su trabajo es impecable cada encuadre es un lienzo, su estilo ha cambiado para evolucionar y seguir en la vanguardia técnica -algo que es sorprendente este medio de puristas y nostálgicos-.
Inquebrantable es una cinta que aspira a ser un filme motivacional, expone la supervivencia ante la adversidad y más fuerte que todo esto es el lograr perdonar y seguir adelante. No puedes dejarla pasar.