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García Ramírez: TRES AÑOS PRÓFUGO y la PGJ no sabe NADA

Lunes, 26 Enero 2015 01:25
La Procuraduría General de Justicia de Puebla no ha podido localizar y capturar a Javier García Ramírez, a quien le fue liberada una orden de aprehensión en su contra por el delito de enriquecimiento ilícito desde hace tres años. Hasta el día de hoy la dependencia a cargo de Víctor Carrancá Bourget no tiene idea de dónde se encuentra el ex titular de la Secretaría de Desarrollo Urbano, Ecología y Obras Públicas (Sedurbecop).
  • Héctor Hugo Cruz Salazar / @hectorhugo_cruz



Tres años después de que fue liberada una orden de aprehensión en su contra por el delito de enriquecimiento ilícito, Javier García Ramírez continúa prófugo y la Procuraduría General de Justicia (PGJ) a cargo de Víctor Carrancá Bourget no ha podido ubicar su paradero ni detenerlo. El ex titular de la Secretaría de Desarrollo Urbano, Ecología y Obras Públicas (Sedurbecop) amasó una fortuna ilegal de 23 millones de pesos y 32 propiedades que en un principio fueron incautadas, pero la PGJ ha perdido varios juicios de amparo y la familia del prófugo volvió a ubicarlas.



La fuga de García Ramírez se hizo oficial el 25 de enero de 2012, aunque la orden de aprehensión fue liberada el día 5 del mismo mes y año, con lo que cumple tres años sin que la justica poblana haya podido “echarle el guante”.



El único castigo que ha recibido García Ramírez a manos del morenovallismo —y que sus abogados ya apalearon— fue la inhabilitación por cuatro años que le impuso la Contraloría estatal, que corren del 24 de octubre de 2014 al 22 del mismo mes de 2018, según lo informó e-consulta.



Tras ser denunciado por el ciudadano Manuel Torres Rivera, juez Quinto Penal, quien conoció de la averiguación previa 261/2011/ANTIC/DGSP, liberó la orden de aprehensión el 5 de enero de 2012 luego de que la PGJ acreditó el delito de enriquecimiento ilícito al marinista por un monto aproximado a 23 millones de pesos. Ese mismo día también se ordenó la detención de Alfredo Arango García, secretario de Salud en el sexenio anterior, quien sólo pasó un año en la cárcel a pesar de ser señalado por el mismo delito, pero por un monto de 54 millones de pesos.



El 8 de febrero de 2012 las autoridades poblanas cantaron victoria luego de que la Policía Internacional (Interpol, por sus siglas en inglés) subió a su portal la ficha roja del ex funcionario marinista, convirtiéndose en el delincuente mexicano número 137 en ingresar a la lista internacional, entre los que destacan criminales buscados por delitos como narcotráfico, abuso de menores, tráfico de armas, secuestro, homicidio y fraude.



Sin embargo, el gusto les duró poco a los morenovallistas ya que en octubre de 2012 la ficha roja de García Ramírez desapareció de la página de la Interpol y pese a que la PGJ señaló que no se encontraba por una actualización de la página, a la fecha no ha regresado a la lista de los criminales más buscados del mundo.



 



La naco-residencia



El 26 de enero, las autoridades judiciales y ministeriales realizaron un cateo a la casa marcada con el número 61 de la calle Violetas en el fraccionamiento Jardines de Zavaleta. La crónica de Arturo Rueda, director editorial de CAMBIO, señaló que por fuera parecía una mansión inexpugnable en estilo minimalista, pero “por dentro, sin embargo, revela su auténtica condición de ‘naco-residencia’ (…) Su falta de gusto es evidente en todos los detalles de la casa remodelada hace dos años y que ayer fue asegurada por la Procuraduría General de Justicia junto con vehículos de lujo valuados —en por lo menos— 5 millones de pesos de marcas distinguidas como Audi, BMW, Range Rover y Volkswagen”.



Además agrega que “la fortuna acumulada por comisiones de obra pública nunca pudo superar su pasado de ‘tortero’, pues la decoración interior de la residencia revela un evidente mal gusto y falta de armonía que encuentra su máxima expresión en la sala de cine adosada por paredes en estilo ‘egipcio’, 10 sillones con tapizado naranja junto con otros descansapies. No pueden faltar las cobijas para la ocasión. El color, simplemente, irrita los ojos”.



Después de varios amparos tramitados y de que la casa permaneció asegurada por la PGJ por espacio de varios meses, a principios de 2013 los García Ramírez volvieron a ocupar la residencia, aunque su posesión aún se mantiene en litigio con la dependencia.



 



Las otras propiedades



La lista de propiedades que le detectó la PGJ a García Ramírez constaba de 32 inmuebles que se encuentran a nombre del ex funcionario estatal; su esposa, Gisela Ramírez López; su hijos Adam y Carolina García Ramírez; y el hermano del prófugo, Daniel García Ramírez.



En el listado destacaron siete propiedades en el lujoso fraccionamiento Jardines de Zavaleta, colonia en donde el ex funcionario tenía su residencia y poseía otros lotes y casas. También figuraba una casa en el residencial Lomas de Angelópolis a nombre de su hijo; dos inmuebles en La Paz, a nombre de su esposa; y otras propiedades en San Cristóbal, Villa Encantada, Los Frailes, San Baltasar Campeche, Palmas y Valle del Rey.



La casa ubicada en La Paz era rentada por la inmobiliaria Garsemi, que de acuerdo a fuentes consultadas por CAMBIO también era propiedad del ex secretario de Desarrollo Urbano y Obra Pública. La residencia ubicada en la 13 Poniente 2921/2 estaba a nombre de Gisela Ramírez.



También se encontraba entre las posesiones un taller mecánico llamado Servi-Car RC ubicada en el bulevar Xonaca 1818 en la colonia Xonaca, el cual en 2012 estaba vacío y la propiedad estaba a nombre de Adam Javier García Ramírez y Darío López García.



En el residencial Palmas, García Ramírez cuenta con dos departamentos en los pisos segundo y quinto, identificados con los número 203 y 501, de la avenida Zeta 405, en la torre tres, que servían como oficina de uno de los vástagos de García Ramírez y era utilizado para la renta de maquinaria para construcción.



La casa ubicada en la 45 Norte A-621 luce descuidada y abandonada. Es tal vez una de las propiedades más paupérrimas del hoy prófugo de la justicia.



 



Corrupción, la riqueza explicable de García Ramírez



Como titular la secretaría encargada de la obra pública del gobierno marinista, Javier García Ramírez se caracterizó por los robos escandalosos en los que incurrió —documentados ampliamente por este periódico—, los retrasos, costos excesivos, baja calidad de los materiales, cobro de diezmos y asignaciones irregulares, fueron las anomalías cometidas por dicho personaje.



En los seis años de gobierno, García Ramírez nunca entregó una obra en tiempo y forma, por lo que era común que Mario Marín las inaugurara incompletas o que a escasos días las obras presentaran deficiencias.



Los gastos exorbitantes se reflejaron en las obras emblemáticas. La remodelación de 5 kilómetros de la vía Atlixcáyotl la tasó en 700 millones y gracias a la presión de medios locales y de diputados, se redujo a 500 millones de pesos; la edificación del Centro Expositor se inició con una exorbitante inversión de mil millones de pesos, pero el precio final se elevó a 2 mil 200 millones.



La Célula, el frustrado proyecto del puerto seco en Oriental y ahora un inmueble abandonado en aquellas tierras, debió concluirse en enero de 2008 y sin embargo, la obra fue inaugurada en absoluta secrecía en enero de 2009 con una inversión de 400 millones de pesos. Esta fue la obra más inútil del marinismo.



Los hospitales de Tepeaca, Izúcar de Matamoros, Tecamachalco, Cuetzalan, Pahuatlán, Ahuacatlán y el hospital del Norte —famoso por la descripción que hiciera Mario Marín: un hospital de ricos para pobres— fueron el gran fiasco de García Ramírez, pues Rafael Moreno Valle se vio en la necesidad de rescatarlos.

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Modificado por última vez en Lunes, 26 Enero 2015 02:49