Sin mencionar una palabra del escándalo de la muerte de José Tehuatlie Tamayo, el gobernador Rafael Moreno Valle pidió un voto de confianza a la ciudadanía "para continuar con la transformación del estado", en clara alusión a la crisis de gobernabilidad por la que atraviesa su administración.

Durante una gira de trabajo en las juntas auxiliares San Baltazar Tetela y Santo Tomás Chautla de la ciudad de Puebla en la que se presentó el programa de comedores comunitarios en conjunto de con la Sedesol, el mandatario panista eliminó de su discurso la muerte del menor de 13 años de San Bernardino Chalchihuapan y la abrogación de su #LeyBala.

Sin embargo, en su mensaje frente a la ciudadanía aseguró que continúa trabajando de la mano con la sociedad y de nueva cuenta recurrió a su incansable discurso de la inversión hecha en infraestructura en lo que va de su gobierno.

Al finalizar los eventos, Moreno Valle también evadió a los medios de comunicación que lo abordaron para cuestionarlo sobre el caso Chalchihuapan, pero de nueva cuenta ignoró las preguntas. Incluso, en su atropellada huida de la gira de trabajo su esposa, Martha Erika Alonso, le hizo de chofer para abandonar la junta auxiliar.

En el evento también participaron el alcalde poblano Antonio Gali Fayad, su esposa Dinora López, el subsecretario de la Sedesol, Juan Carlos Lastiri, y el secretario de la Sedeso, Luis Bank.