El equipo de seguridad de Rafael Moreno Valle montó cercos de seguridad previo a los eventos que el gobernador poblano tuvo en las juntas auxiliares de Santo Tomás Chautla y San Baltazar Tetela, donde los asistentes fueron cateados para evitar que ingresara con pancartas o cartulinas en medio de la crisis mediática que enfrenta por la muerte del niño José Luis Tehuatlie Tamayo.

Sin mencionar una palabra del escándalo, el gobernador Rafael Moreno Valle durante una gira de trabajo por dos juntas auxiliares del sur de la ciudad de Puebla, pidió un voto de confianza a la ciudadanía "para continuar con la transformación del estado", en clara alusión a la crisis de gobernabilidad por la que atraviesa su administración tras los enfrentamientos del pasado 9 de julio entre la Policía estatal y habitantes de San Bernardino Chalchihuapan.

“Quiero reiterar nuestro compromiso de seguir trabajando hombro con hombro con los diferentes órdenes de gobierno, pero sobre todo con la sociedad. A veces cuando enfrentamos un problema, pensamos que le toca al gobierno resolverlo, al gobierno federal, al municipal, a la junta auxiliar o al estado, sin embargo hoy estoy convencido que los grandes cambios se logran con la participación de todos. Yo creo en los poblanos y las poblanas, y creo que cada uno tiene algo que contribuir”.

El panista buscó redimirse con los lugareños de las juntas auxiliares y entregó 110 mil despensas a familias de San Baltazar Tetela y Santo Tomás Chautla, y presentó el programa de comedores comunitarios en conjunto de con la Sedesol, sin embargo el mandatario poblano eliminó de su discurso la muerte del menor de 13 oriundo de Santa Clara Ocoyucan, así como el fiasco de la abrogación de su #LeyBala.

Durante su mensaje frente a la ciudadanía aseguró que continúa trabajando de la mano con la sociedad y de nueva cuenta recurrió a su incansable discurso de la inversión hecha en infraestructura en lo que va de su gobierno en materia de vialidades, educación y salud, para lavarse la cara frente a sus gobernantes.

“La suma de esfuerzos de personas ordinarias como cada unos de nosotros nos va a permitir alcanzar resultados extraordinarios. Los invito a que sigamos en Puebla en este proceso de transformación, con las grandes obras de infraestructura que hemos estado concretando (…) espero que en mi segunda parte de administración concretemos los más grandes proyectos”.

Al finalizar ambos actos oficiales, Moreno Valle también evadió a los medios de comunicación que lo abordaron para cuestionarlo sobre el caso Chalchihuapan. Incluso, en su atropellada huida de la gira de trabajo, su esposa Martha Erika Alonso tuvo que hacer las veces de chofer para abandonar la junta auxiliar y llegar hasta el predio a las orillas de la presa de Valsequillo, en donde aterrizó su helicóptero privado.

Alrededor de los dos terrenos en donde se realizaron las entregas de apoyos se montaron cercos de seguridad en los que elementos de la Policía estatal revisaban a los invitados al evento y al público asistente para evitar el ingreso de pancartas y carteles con consignas en contra del gobernador poblano.

El evento

El gobierno estatal y federal pusieron en marcha en marcha 150 Unidades Móviles Alimentarias (UMA) y 70 comedores comunitarios fijos en el estado, una inversión conjunta de 148.6 millones de pesos.

Además se anunció la construcción del Banco de Alimentos en Puebla, un proyecto en el estado invertirá 10 millones de pesos, la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) 20 millones y Sedesol 10 millones más.

Durante la gira de trabajo estuvieron presentes también el delegado de Sedesol en Puebla, Manuel Vega Rayet; el titular de Desarrollo Social en el estado, Luis Banck Serrato; los presidentes auxiliares Isidro Tapia y Efrén Pérez; Alfredo Rivera Espinosa, integrante del Grupo de Empresarios Poblanos; Thomas Karig, vicepresidente de Asuntos Corporativos de VW; Fernando Treviño Núñez, presidente del Consejo Coordinador Empresarial de Puebla; Jair Aguilar Cabrera, presidente de la Canirac; y Miguel Rojas Vertiz, director general del Banco de Alimentos.