Usted y yo somos víctimas en muchos aspectos de los rezagos que ha ido acumulando el país, por una escandalosa corrupción. Esto llevó a ganar la Presidencia de la República a un personaje como Vicente Fox que levantó amplias expectativas, mismas que nunca aterrizaron.
Hoy, los regiomontanos hicieron ganar a Jaime Rodríguez Calderón “el Bronco” convencidos de que al llegar al poder pondría orden, y combatiría la corrupción; aspiraciones que ojalá cumpla por el bien de un estado trabajador, de hombres que saben arriesgar y que ponen todo en juego en aras de avanzar.
“El Bronco” avanzó y ganó, porque respondió a las exigencias de una sociedad que encontró en él otro discurso, un compromiso fehaciente y mucha voluntad lejos de los anquilosados partidos políticos.
Ojalá que su actuación no decepcione a quien le dio el voto, y que sepa rescatar con hechos sus palabras, más allá de los desplantes, las poses, y su decisión de romper esquemas.
Su propuesta de que los ciudadanos se comprometan a convertirse en vigilantes del ejercicio de los funcionarios, es buena para generar un trabajo transparente y esmerado de los servidores. Para esta vigilancia tiene ya registrados al momento a 78 mil personas, que ojalá no entorpezcan el quehacer y vuelvan engorroso el trabajo.
Luego de observar lo que ocurre en tierras regias, entendemos que de Monterrey a Puebla hay mucha distancia.
Pero además los regiomontanos tienen una esencia muy diferente a la de los poblanos.
Cabe la pregunta, ¿cuántos hombres de capital estarían dispuestos a aportar para llevar al triunfo a un político y una campaña como la de Jaime Rodríguez Calderón?
Para comenzar, de sobra sabemos que las condiciones no están dadas para un fenómeno político como éste. Y lamentablemente el poblano, con todo y su hartazgo, no reacciona igual.
Surge una pregunta, ¿qué camino decidiremos los poblanos?
Ya en el 2010 lanzamos la señal del hartazgo y los deseos de vivir un cambio, ¿usted está satisfecho?
La pregunta obliga a un ejercicio y a estar atento a las propuestas que comienzan a manejarse.
La recomendación por el bien de Puebla y de todos los poblanos, es hacer un ejercicio dejando de lado las filias y las fobias que hoy se alientan a través de las redes sociales.
Hay que actuar, analizar y decidir con madurez, reconocer lo que el estado ha avanzado, sin olvidarse de cómo ha sido este avance.
Satisface o, ¿nos quedan a deber los que nos gobiernan?