El texto dice a la letra:

“Tenéis razón en creerme con vosotros, Francia no os hace la guerra, es el imperio.

Estoy con vosotros. Vosotros y yo combatimos contra el imperio.Vosotros en vuestra patria y yo en el destierro.

Luchad, combatid, sed terribles y si creéis que mi nombre os pueda servir en alago, aprovechadle, apuntad a ese hombre a la cabeza con el proyectil de la libertad”.

¡Valientes hombres de México, resistid!

Hasta aquí transcribo estas bellas palabras llenas de sinceridad y muy ciertas que han quedado grabadas para la historia.

Ahora en 2015 como poblanos, ¿qué les podemos decir a los franceses? Es la gran interrogante y fuera de repetir las trilladas frases de condolencias

La obligada, “estamos con ustedes”.

Y podemos añadir que no es la razón la que realizó el “viernes negro” fue la sinrazón, la barbarie y la violación a los principios de Igualdad, libertad y fraternidad, que los genios franceses proclamaron al mundo en 1789 y que siguen vigentes.

Todo el mundo está conmovido. Nunca y menos ahora se puede usar el nombre de Dios para realizar la destrucción del hombre por el hombre. Nunca, lo dice la recta razón, “nunca” se puede salir a las calles avenidas y lugares de concentración a matar a personas sencillas, en las que laten corazones generosos, para ensangrentar a un país y por solidaridad a todo el mundo.

México vive la enervación del narcotráfico, por el que han muerto miles de personas de todas las edades, aunque no podemos comparar a éste con el terrorismo islámico.

Pero existe desgraciadamente el temor de que en cualquier momento podemos ser víctimas de seres que no merecen definirse como humanos.

Los “revanchismos” no conducen a nada, pero el estado de derecho universal y la democracia deben usarse con sistemas de inteligencia de todos para detener las masacres.

Ciertamente, cada día nos acercamos más al abismo de la destrucción de todo el planeta, lo que se asemeja a un suicidio universal. La destrucción de la ecología terminal es ya un gigantesco enemigo creado por el propio ser humano para agredir al propio ser humano. Con el terrorismo no podemos agregar a más enemigos, porque la maldad ha tenido en un ilimitado crecimiento.

La solidaridad mexicana y poblana de estos días a Francia ha sido extraordinaria, pero no debemos olvidar los sucesos terribles que hemos enfrentado en casa, como el de la guardería de Sonora, casos como los de Guerrero y Michoacán producto de haber sido dirigidos por pésimos gobernantes que han dejado crecer al narcotráfico y la violencia

La moneda internacional parece que nada más tiene una cara, la de la negatividad. Busquemos una moneda que tenga dos caras, la de la bondad, el amor y una auténtica fraternidad.