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Lunes, 23 Marzo 2015 02:29

Los votos duros mandan en 2015, por eso Rincón y Piña se desploman




Written by  Arturo Rueda

Como es una elección de votantes duros, 12 de los 16 distritos del PRI tienen un piso de 32 por ciento de la votación. Con un Peña más o menos desgastado, con la decepción del entorno económico o con escándalos de corrupción, el tricolor garantiza un voto duro del 32 por ciento. Por eso, en muchos de esos distritos, el diseño electoral es partir el voto duro tricolor con candidatos priistas postulados por Movimiento Ciudadano y por Nueva Alianza. Sin embargo, por lo menos en Tepeaca y en Teziutlán, por el momento, la estrategia no está funcionando


Un día después de las elecciones federales de 2009, tras ganar los 16 distritos electorales y arrasar a Acción Nacional, el marinismo se autofestejaba presumiendo gozar de cabal salud. Eufóricos, auguraban que 2010 sería un trámite. La sensación de victoria y recuperación electoral fueron interpretación de una alta médica al régimen que en 2006, con el escándalo Cacho, había contraído una enfermedad terminal. Con la distancia del tiempo podemos decir que el diagnóstico de esa victoria fue equivocado: no se trataba de que los poblanos habían perdonado al marinismo, sino que su operación electoral funcionaba eficazmente en unos comicios definidos por su baja participación. Nunca se preocuparon por imaginar cómo funcionaría en unos con copiosa participación.

 

Se va a equivocar quien afirme que el resultado de este 2015 condicionará de algún modo las elecciones de 2016. Mientras la disputa por los 16 distritos electorales se dará en un escenario de baja participación que no alcanzará los 45 puntos, por lo que será definida por los electores duros de cada partido, la batalla por la minigubernatura del próximo año involucrará una mayor cantidad de electores que sin duda será superior al 60 por ciento. Más votantes, más incertidumbre; menos votantes, mayor margen de decisión a los aparatos partidarios.

 

En términos más simples: mientras la elección de 2015 será una disputa entre los votantes duros de cada partido, la de 2016 será definida por los electores switchers, aquellos que votan de acuerdo al atractivo de los candidatos.

 

Bajo esta lógica se explica por qué las encuestas empiezan a demostrar que los candidatos morenovallistas en realidad no tienen la fortaleza que presumen. Dos ejemplos claros son Tepeaca y Teziutlán: faltan dos semanas para el arranque de la campaña y Mario Rincón y Juan Pablo Piña ya están sudando la gota gorda y solicitando refuerzos porque nomás no pueden.

 

Mario Rincón ya está ahogado en Tepeaca, según las encuestas en poder del morenovallismo. La primera señal ominosa la mandaron de Casa Puebla cuando quitaron a Cabalán Macari de la suplencia. No había garantías y se prefirió mandarlo con Trauwitz al Distrito XII. La segunda señal ominosa también vino del mismo lugar: apenas se sentó en la silla de la SDRSOT, Rodrigo Riestra dio marcha atrás a las multas por no verificar y arregló el despelote generado por Mario Rincón en más de un año de incapacidad para resolver el tema de los verificentros.

 

Rincón fue exhibido desde el gobierno y ahora se teme su desplome electoral. ¡O quizá fue exhibido para provocar su desplome electoral! Nunca se sabe: el chiste es que por méritos propios, por una traición desde la cúpula, o por los negativos que arrastra su rival, Alejandro Armenta ya está arriba en las encuestas de Tepeaca. O quizá no es ninguna de esas, sino que el voto duro del PRI es lo suficiente fuerte en el distrito para aguantar al desganado voto duro de Acción Nacional.

 

Juan Pablo Piña en Teziutlán todavía no pierde, pero ya casi. Su candidatura artificial por una zona en la que carece de arraigo, naufraga. Artificial porque fue sembrado desde hace meses y en calidad de Santa Claus morenovallista repartió todo lo que se podía repartir. Pero los teziutecos andan encabronados, no con Moreno Valle, sino con el desastroso edil mejor conocido como “el me la pelas”. Y para peor, alguien tuvo la genial idea de que en la publicidad del Primer Informe de Toño Vázquez apareciera Juan Pablo Piña, como si la asociación con el edil le fuera a traer votos.

 

Por el contrario, Nancy de la Sierra camina recolectando el descontento generado tanto por el alcalde “me la pelas”, como la falta de arraigo de Piña Kurczyn. La ex delegada de Oportunidades sabe que está creciendo en las encuestas, y por eso le enviaron el seudo escándalo de una grabación en una reunión con beneficiarias que no tuvo impacto.

 

Como es una elección de votantes duros,12 de los 16 distritos del PRI tienen un piso de 32 por ciento de la votación. Con un Peña más o menos desgastado, con la decepción del entorno económico o con escándalos de corrupción, el tricolor garantiza un voto duro del 32 por ciento. Por eso, en muchos de esos distritos, el diseño electoral es partir el voto duro tricolor con candidatos priistas postulados por Movimiento Ciudadano y por Nueva Alianza. Sin embargo, por lo menos en Tepeaca y en Teziutlán, por el momento, la estrategia no está funcionando. Rincón y Piña Kurczyn se están cayendo.

 

Y sí: el tricolor está en competencia en 12 distritos. Les basta el voto duro del 32 por ciento. Son los panistas los que tienen que alcanzarlos, o en su defecto, esperar que los priistas traidores comiencen a hacer estragos. ¡Pero que se apuren!

 

 

 

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