Aunque en las redes sociales se ha posicionado el hashtag #MeDuelesTehuacán a través del que usuarios han repudiado la ola de violencia que se vive en este municipio que gobierna Ernestina Fernández, tras el secuestro y asesinato de Isarve Cano, la marcha por la paz convocada el sábado para exigir seguridad fue desairada y únicamente llegaron a la cita aproximadamente 70 personas, en su mayoría jóvenes vestidos de blanco.
Los organizadores “tronaron” contra los tehuacaneros al calificarlos de apáticos a este tipo de movimientos, y consideraron que no levantarán la voz hasta que sean víctimas de algún hecho delictivo, como el secuestro y asesinato de la estudiante de Psicología de la BUAP, Isarve Cano Vargas, en manos de tres de sus “amigos”, entre quienes se encuentra Ángel de Jesús Carrasco López —hijo del ex regidor panista Ángel Carrasco Rivera— y quien ha alegado en redes sociales la inocencia de su hijo.
A raíz de este hecho, un grupo de estudiantes de universidades públicas y privadas de Tehuacán, organizaron una manifestación a las 17 horas del sábado frente al palacio municipal, pero no tuvieron suerte y la cancelaron a las 18:30 horas al ver que no sumaban inconformes. Finalmente, programaron buscar personalmente a la presidenta para exigir que les garantice seguridad.
Cabe mencionar que entre los asistentes, hubo un momento en el que dos jóvenes se hicieron de palabras, ya que uno de ellos recriminó que el otro fuera militante del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), argumentando que no querían que la marcha se politizara.
El eco en las redes
Através de las redes sociales, tanto habitantes de este municipio como poblanos de otras partes del estado, recriminaron a “La Mostra” su debilidad ante los secuestros, asesinatos, robos a casa habitación, entre otros hechos delictivos que han ocurrido en esta demarcación.
Por ejemplo, a finales del año pasado, el empresario Manuel Herrero Arandia y su esposa fueron asesinados en una de las avenidas más céntricas de la ciudad, tiempo en el que se habló de la participación del crimen organizado.
También en 2014 fueron robados 158 autos, y en múltiples ocasiones vecinos intentaron linchar a presuntos delincuentes ante la falta de capacidad de las autoridades para evitar robos a casa habitación.
Según el consejo ciudadano de este municipio, el 34 por ciento de los encuestados opinaron que la seguridad pública es muy mala y el 30 por ciento simplemente la calificó malo.