El edil de Quecholac, Néstor Camarillo Medina, gasta más de un millón de pesos en la remodelación de la presidencia municipal, cuyo objetivo es estrenar oficinas desde donde pueda dar el Grito de Independencia en la noche del 15 de septiembre.

La inversión en esta obra ha sido criticada por los habitantes, debido a que consideran que es un derroche que se gaste de esta manera, cuando en el municipio viven más de 18 mil habitantes en rezago educativo, de acuerdo con la última actualización del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).

En entrevista con CAMBIO Regionales, el regidor de Obras, Javier Molina Vivanco explicó que los recursos que se están aplicando, provienen del Fondo de Aportaciones para el Fortalecimiento de los Municipios (Fortamun).

Debido a que está en proceso, el funcionario municipal admitió que el costo del proyecto podría aumentar.

“Al final de cuentas, el proyecto podría costar más porque estamos metiendo algunas ‘cositas’”, dijo el regidor sin dar más detalles de las obras adicionales que se están llevando a cabo y que no estaban contemplados en el proyecto original.

Indicó que esta remodelación tiene como objetivo “brindar un mejor servicio a la ciudadanía, por lo que contará con salas de espera, además de que se ampliarán los accesos, se distribuirán de mejor manera las oficinas y se mejorará la fachada del inmueble”.

Consideró que acudir a un inmueble nuevo, es para sentirse a gusto. Sin embargo, contrario a lo que el funcionario opina, en redes sociales, los habitantes de la cabecera municipal critican el gasto al considerar que la construcción anterior no era vieja, además que hay necesidades más urgentes que atender.

Hasta el momento, la obra presenta un avance del 50 por ciento y el objetivo es que quede en 15 días.

Cabe mencionar que, según cifras del Coneval, en Quecholac, la mitad de sus ciudadanos tienen acceso a servicios de salud, mientras que el 25 por ciento, de 55 mil habitantes, viven en pobreza extrema.