Tan sólo unas horas previas al partido entre el Puebla FC y el Toluca, la Procuraduría Federal de Consumidor (Profeco) colocó sellos de suspensión en las ventanillas de una de las taquillas, debido a que no contaba con el tablero de precios para los boletos del citado partido de Liguilla, el cual contó con una entrada aceptable de casi el 90 por ciento de la capacidad del Estadio Cuauhtémoc.

Personal de la dependencia federal acudió al inmueble recién remodelado, en donde se vendían los boletos para el anhelado partido tras recibir una "denuncia anónima", por lo que luego de constatar que efectivamente los precios no estaban a la vista del público procedieron a colocar los sellos de suspensión.

Debido a que la anomalía sólo se acreditó en la taquilla "D", el resto de los puntos de venta continuó operando con normalidad y vendiendo los accesos para el partido en 300 pesos para la zona general y algunos pocos de 150, correspondientes a la zona de rampas, los cuales fueron los más cotizados por la afición al ser los primeros en agotarse.

Tras poco más de dos horas, la directiva logró solucionar el problema con Profeco y el personal de la dependencia federal retiró los sellos de suspensión y finalmente se reactivó la venta en dicha taquilla, la cual se reflejó en la buena entrada que hubo en el estadio que registró una asistencia cercana al 90 por ciento de su capacidad.