Friday, 29 de March de 2024

Jueves, 04 Agosto 2016 02:23

Caos: el mayor aliado de Moreno Valle




Written by  Javier Arellano Ramírez

La cita al político de Santa Catarina Los Reyes se hace inevitable. Aún más en este momento.


Sereno y ecuánime, Melquiades Morales Flores acuñó una frase que retrata su trayectoria política: “Hay que ponerse una bolsa de hielo en la cabeza”.

 

Así, con la cabeza fría, helada, debemos hacernos las siguientes preguntas: ¿Cuáles son las posibilidades reales de Moreno Valle en la sucesión presidencial? ¿Tiene verdaderas posibilidades de convertirse en el candidato del PAN a la presidencia de la República?

 

Vayamos por partes.

 

Los detractores del gobernador poblano argumentan que no aparece en las encuestas; que los únicos números que se mencionan son los de Margarita Zavala y Ricardo Anaya. Aseveran que es imposible que en un año y medio pueda alcanzar a sus adversarios internos y posicionarse como el abanderado.

 

En un amplio espectro que abarca a todos los aspirantes presidenciales los números señalan que la carrera la encabeza Andrés Manuel López Obrador, seguido de Miguel Ángel Osorio Chong, Margarita Zavala y Miguel Ángel Mancera; en ese orden.

 

En este escenario ortodoxo evidentemente el ejecutivo poblano no aparece; por lo menos en este momento.

 

Sin embargo, hay un factor que es el rasgo toral de los tiempos que estamos viviendo; ese elemento es la convulsión política; una convulsión inédita; nunca antes vista ni siquiera imaginada.

 

El gobierno de Peña Nieto ha degradado el ejercicio de la política a niveles nunca antes pensados. El consumado periodista Raymundo Riva Palacio escribió hace unas semanas que Peña vive su “séptimo año” en el quinto de su gobierno. El séptimo año es cuando el mandatario deja de serlo; el sexenio ha concluido; es el año en que pierde todo el poder; cuando sus aliados lo traicionan; sus amigos lo olvidan; sus obras (muchas o pocas) se diluyen en el maremágnum de las diatribas, las acusaciones, las condenas y los juicios lapidarios.

 

El séptimo año fue el que llevó a la defenestración histórica a Díaz Ordaz, lo mismo que a Echeverría e igual que a Salinas de Gortari.

 

Este, el “séptimo año”, es el que vive Enrique Peña Nieto, cuando apenas está en su quinto año de mandato. El desgaste es enorme, descomunal; algo nunca antes visto en la política mexicana. Es tan grande la debacle de Peña que en su caída va arrastrando a su partido por todo el país, desde Tamaulipas hasta Quintana Roo.

 

Un gobierno que choca abiertamente con la Iglesia Católica; que lleva una álgida confrontación con la clase empresarial; que muestra una completa ingobernabilidad en regiones enteras, lo que derivó en que julio fue el mes más violento desde 2013. La criminalidad está desbordada. Y en todo este caótico contexto el presidente permite que el Secretario de Hacienda coloque como dirigente de su partido a su amigo, un tecnócrata de poca monta.

 

En el PAN las cosas van por el estilo. De un momento a otro, Margarita Zavala abrió los ojos y ahora ve la corrupción, la inseguridad, la delincuencia, la colusión con el crimen organizado, las ejecuciones de migrantes, la ingobernabilidad.

 

Vivió durante seis años en la residencia oficial de Los Pinos y nunca dijo una palabra. Pero ahora, de momento, descubre la cruda realidad nacional y se convierte en “feroz defensora” de la patria. A su lado aparece un dirigente de partido semejante a un autómata; sin agenda, sin discurso propio, sin ideario, que tiene una conducta de respuesta; solo reacciona ante temas específicos y momentáneos.

 

En este panorama, el gobernador Moreno Valle es el agente político con mejor agenda, con mayor estabilidad y formalidad política. Es el único panista que lo mismo tiene la confianza de su partido que la del alicaído presidente de la República; el único aspirante azul con una estrategia y una moderada estructura nacional.

 

En una lectura ortodoxa y simplista tendríamos que decir que (en este momento), las encuestas no favorecen al gobernador poblano; pero en un análisis frío debemos reconocer que el caos, la anarquía y la perturbación nacional pueden ser precisamente los mejores impulsores del único aspirante albiazul que tiene una agenda y un proyecto propios.

 

Al tiempo.

 

Como siempre quedo a sus órdenes en cupula99@yahoo.com, sin mx. 

 

 

 

 

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