Thursday, 25 de April de 2024

Martes, 04 Octubre 2016 03:11

Miguel Barbosa: el senador de los claroscuros




Written by  Javier Arellano Ramírez

Todas las figuras públicas, incluyendo a los políticos, deben verse como entes de claroscuros.


Todas las figuras públicas, incluyendo a los políticos, deben verse como entes de claroscuros.

 

De ninguna manera deben considerarse como piezas blancas o negras. Son figuras de contrastes.

 

Estos personajes públicos deben verse en su justa dimensión.

 

No son figuras inmaculadas o infalibles; tampoco pueden verse como personas oscuras, siniestras.

 

Aún las figuras públicas más negativas pueden tener su faceta positiva, aunque no la veamos.

 

Creemos que lo justo y lo equilibrado es ver a las figuras públicas como entes de claroscuros; algunas partes o zonas de su trayectoria son luminosas, en tanto que otras son profundamente oscuras.

 

Esta acotación viene a cuenta por la destacada e importante función que realiza el senador de la República Miguel Barbosa Huerta.

 

El abogado tehuacanero realiza una extraordinaria labor en la esfera de la política nacional.

 

En un partido que es una cueva de anarquía, caos, mezquindad y desorden, Barbosa se ha mantenido como líder de su bancada, aún en contra de sus propios líderes.

 

Se ha hecho de un lugar prominente en la izquierda mexicana; tiene una especial amistad con los grandes líderes morales como son Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano y Pablo Gómez. También sostiene inmejorables relaciones con los líderes de la Teología de la Liberación que ahora están agrupados en organizaciones de defensa de los Derechos Humanos.

 

Su papel y presencia en los medios de comunicación nacionales es única para un personaje de la izquierda.

 

Barbosa tiene una presencia reconocida y también apreciada (ojo, apreciada), en los micrófonos de comunicadores como Joaquín López Dóriga, Ciro Gómez Leyva, Adela Micha, Katia D´Artigues, entre otros.

 

El legislador también ha sido innovador en el uso de las nuevas tecnologías de la comunicación, como las redes sociales twitter, facebook y las video columnas.

 

Hace unos meses la política y periodista Beatriz Pagés Rebollar entregó la presea “José Pagés Llergo” a Barbosa como el político que mejor comunica. Sin duda un premio más que merecido.

 

Empero, como hemos apuntado Miguel es un personaje de claroscuros, de contrastes, de zonas luminosas y oscuras.

 

Es en Puebla en donde hemos sido testigos de tropiezos y descalabros que él mismo reconoce.

 

Hoy, en 2016, Barbosa es un empecinado y obsesivo critico de las alianzas entre el PRD y el PAN.

 

Pero fue el mismo Miguel quien en el año 2010 impulsó la alianza “Compromiso por Puebla” para consumar el triunfo de Rafael Moreno Valle.

 

En aquel año sacaron las banderas amarillas a marchar junto con las azules. Panistas y perredistas caminaron juntos tomados de la mano para sacar adelante la candidatura.

 

Hoy que las cosas no salieron como quería, reniega de lo que él mismo impulsó y apoyó.

 

La tesis de Barbosa de 2010 choca con la de él mismo en 2016.

 

Deben separarse los conceptos.

 

Tal vez la receta sea buena (la mezcla de PAN y PRD), sólo que en Puebla el platillo le resultó amargo.

 

Pero ahora Barbosa rechaza tanto la receta como el platillo.

 

Su radical postura tendrá un fuerte encontronazo en 2017.

 

Y es que Ricardo Anaya Cortés está cabildeando con Alejandra Barrales para conformar una alianza para derrotar especialmente al PRI en las elecciones que se desarrollarán en el Estado de México.

 

Si el PAN logra arrebatarle al PRI el Estado de México, la tierra presidencial, estaremos ante el final del tricolor; ante el Jaque Mate al otrora partido hegemónico de México.

 

Será la muerte definitiva del Revolucionario Institucional.

 

Pero para esto el PAN requiere de la alianza forzosa, inevitable con el PRD; algo a lo que Barbosa se ha opuesto de manera empecinada.

 

Otra faceta oscura de Barbosa ha sido la desafortunada, desatinada injerencia que ha mostrado para dirigir al perredismo poblano.

 

Miguel ha hecho del PRD en Puebla su coto personal, donde él dirige, ordena, acomoda como le place a las piezas, a los jugadores.

 

Pero luego de quince años de influencia absoluta, mejor dicho absolutista de Barbosa,

 

¿cuál es el saldo?, ¿cuál es la fuerza del PRD en Puebla?, ¿cuál es su influencia social y peso electoral?

 

Ninguna, absolutamente ninguna.

 

Luego de quince años de liderazgo barbosista el peso del PRD en Puebla es vano e inocuo.

 

Aun así el legislador apuesta toda su mano a ser gobernador de la entidad en el año 2018.

 

Y hay que decirlo con toda claridad: el escenario de ninguna manera le favorece.

 

Sería muy decepcionante, incluso doloroso ver a Miguel Barbosa haciendo el papel de Ana Tere, tomando una candidatura sólo como un templete para la catarsis, para el desahogo, para gritar y mentar madres.

 

Lo ideal es que siga allá en la esfera nacional, donde ha cosechado tantos y sonados éxitos y se evite la pena de un tropiezo mayúsculo en Puebla.

 

Como siempre quedo a sus órdenes en cupula99@yahoo.com, sin mx.

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