A casi seis semanas del inicio formal de las campañas por la minigubernatura del estado, con un órgano electoral que origina desconfianza para todos los poblanos y desprestigiado al máximo por sus pésimas decisiones y cuyos consejeros se encuentran impugnados por el PRI, PRD y Morena, donde finalmente quedaron registrados los candidatos de las dos coaliciones por el PAN, PANAL, Compromiso por Puebla, Pacto Social de Integración y PT, el ex alcalde de la capital Antonio Gali Fayad, calificado como el “delfín” del gobernador, identificada con el eslogan “Sigamos Avanzando” y de la coalición conformada por el PRI, PVEM, y Encuentro Social, abanderada por la senadora con licencia Blanca Alcalá Ruíz bajo con el eslogan “Pensar en todos”, el candidato de Morena el Dr. Abraham Quirós Palacios, por el PRD la ex diputada federal Roxana Luna Porquillo y como candidata independiente la ex panista Ana Teresa Aranda de Orea, el estado actual del proceso se ha caracterizado por los siguientes aspectos:
1. Una lucha desigual entre los contendientes, con una elección de estado en su máxima expresión, donde todo el aparato gubernamental se encuentra apoyando al candidato oficial, provocando una parálisis en todas las áreas de gobierno, sin importar que con ello se afecte a un gran número de ciudadanos, cuyos trámites pueden esperar, hasta que pasen las elecciones.
2. Un activismo público del ejecutivo estatal dirigiendo por encima del presidente del PAN y de su secretaria general, la campaña del candidato.
3. Un gasto exagerado de recursos, donde fácilmente se puede acreditar que no se están respetando los topes de campaña.
4. Un bloqueo en los medios de comunicación que forman el tripak a los candidatos opositores.
5. Una guerra de acusaciones y denuncias entre los dos candidatos punteros, por enriquecimiento inexplicable y por falsear la información sobre su patrimonio personal y familiar, guerra que arreciará en los próximos días y donde se verá quién finalmente resulta más desprestigiado.
6.La falta de compromisos serios y firmes, para dar una solución real a los problemas que enfrenta el Estado, en temas trascendentales como el combate a la pobreza, la inseguridad, la falta de empleos, la deuda que se heredará a la próxima administración, los problemas del campo, la protección de nuestros recursos naturales, la protección de los derechos humanos, la procuración y administración de justicia, entre otros, en los que los candidatos no han logrado captar la atención de los electores.
7. La percepción de los ciudadanos, de que ante tantas acusaciones y declaraciones, no vale la pena salir a votar el primer domingo de junio, por el desprestigio y desconfianza que les originan los Partidos Políticos.
8. La debilidad por la falta de recursos, estructura y operadores de la candidata independiente, que sufrió un desgaste inusitado por las trabas que puso en su camino el IEE para evitar a toda costa su registro, ya que sin importar su condición de mujer, fue víctima de violencia política.
9. El miedo de muchos actores de la vida política y empresarial del estado por involucrarse en el proceso, sabedores que de equivocarse en su decisión, pueden ser víctimas una vez más de la persecución y golpeteo en sus empresas por el aparato gubernamental.
10. En vísperas del debate de los candidatos previsto para este mes para los poblanos, lo único que nos queda, es ver los argumentos, posiciones y denuncias que se den en tal evento, para así decidir el voto, sobre todo para quienes no militan ni simpatizan con ningún partido político, y para los indecisos, que a estas alturas de la contienda, son quienes definirán al ganador o ganadora. Por ello, la elección se presenta al momento complicada, bajo un clima electoral, donde priva el cinismo de los Partidos y una sociedad, que aún y cuando se siente agraviada, no está segura de quién realmente cambiará su situación y resolverá los problemas del Estado. “la moneda sigue en el aire”.
