No todos, pero sí una inmensa mayoría de notarios ostenta ese cargo gracias a los favores del dinero y la amistad. Sin embargo, lo que antes se firmaba en lo oscuro de un salón, hoy tiene que hacerse público y el cinismo de esa práctica ha pasado a ser transparente. No por nada a nivel nacional se considera que Puebla tiene uno de los notariados más abusivos e ineficientes.
El problema de fondo es que aunque ha sido un clamor ciudadano, desde hace muchos años, frenar los abusos de poder que cometen gobernadores y un número importante de fedatarios; ha sido una verdadera problemática, que parecía haber encontrado solución con la expedición de la Ley del Notariado del Estado de Puebla; publicada el jueves 31 de diciembre de 2015 en el periódico oficial del estado.
Pero triste realidad, resulta que dicha ley no es otra cosa, más que el instrumento legal utilizado por el gobernador en turno, para controlar políticamente a los notarios y sobre todo retirar algunas patentes, las cuales después se entregarían incondicionales del actual grupo en el poder.
En el discurso de los tres primeros años de su gobierno, Moreno Valle había descalificado y censurado la forma de otorgar patentes de sus antecesores y por ello reformó la Ley, para erradicar dichas prácticas, bajo la idea de evitar se siguieran repitiendo los viejos vicios, sin embargo, la realidad, sólo acomodó las cosas de distinta manera , ya que ahora por medio de la compra venta es como se han concretado estas corruptas prácticas. Antes era más redituables ser amigo del gobernador en turno para obtener una patente Notarial; pero para el aun gobernador es más importante el recurso económico que la amistad. Ya que todo abona para la campaña.
César Sotomayor, ex director del DIF estatal en el sexenio de Melquiades Morales, adquirió la notaría 11 de Puebla a Raúl Reyna Asomoza. La patente número 27 de Puebla, a cargo de Consuelo Quirós, fue vendida a Hugo Zurita. La número 1 de Cholula de Enrique Camarillo fue comprada por Óscar Veana y Abel Velázquez, representantes de los intereses del notario y diputado panista Sergio Moreno Valle.
Obviamente toda estas ventas salen contaron con el aval del Ejecutivo del Estado. Zurita fue compañero de Verónica Morales en la Escuela Libre de Derecho. Veana es hijo del patrocinador de Melquiades Morales en 1998.
Aunque en su discurso, la actual presidenta del Colegio de Notarios Verónica Morales, prometió acabar con esa práctica de venta de patentes, en los hechos ha visto con beneplácito estas operaciones, sin mayor problema, ya que en su gestión se concretó, la compra venta de la notaría de César Sotomayor.
La Convención de las Naciones Unidas contra la Corrupción, manifiesta que los funcionarios públicos, como los notarios, deben obtener su nombramiento conforme a criterios objetivos como el mérito, la equidad y la aptitud. Los Gobiernos de los estados de la república, al incumplir las formalidades mencionadas, atentan contra la integridad de sus órdenes de gobierno y contra la propia Constitución Mexicana.
Y por si fuera poco la propia Ley del Notariado que esta administración gubernamental promovió señala en sus artículos 42 y 43 los requisitos para aspirar a obtener una patente y es enfática en señalar en su artículo 44 que es indispensable el cumplimiento de los requisitos señalados en dichos artículos (42 y 43), autentica demagogia! Pues con todos los actos anteriormente señalados podemos observar que el negocio del otorgamiento de notarías sigue más que vigente para la cúpula gubernamental.
Veremos al final del sexenio, quienes serán los beneficiarios con nuevas Notarías. La actual Diputada Patricia Leal, ha sido mencionada como una de las que conforman esta lista, por lo que no sería nada extraño que en los próximos meses, como premio a su apoyo al Gobernador sea finalmente compensada, pasando por encima de aspirantes que por décadas han esperado obtenerla de acuerdo a su capacidad y probidad profesional
