Según los datos oficiales dados a conocer por el IEE, en el cómputo final el tercer lugar es para Abraham Quiroz Palacios, candidato de Morena, partido que por primera vez participa en una elección local, con 186 mil 589 sufragios, superando a las candidatas del PRD, Roxana Luna Porquillo e Independiente Ana Teresa Aranda Orozco, quienes obtuvieron 75 mil 173, la primera y 74 mil 331 votos, la segunda. La diferencia entre ambas fue de sólo cinco décimas porcentuales.

El PRD, que estaba considerado como la tercera fuerza política estatal, bajó a ocupar el cuarto peldaño.

Después de recibir la constancia de mayoría, acompañado de su familia y de miembros de la dirigencia de su partido, entre ellos el delegado del comité nacional, Marcelo García Almaguer, Antonio Gali se dirigió a un nutrido grupo de sus entusiastas seguidores para reafirmar su compromiso, dijo, de trabajar para todos (durante su campaña recibió reclamos en la provincia, de que sólo se beneficiaba a la capital y a ellos se les tenía olvidados) gobernará para los que menos tienen: “hoy les ratifico que trabajaré por cada uno de los poblanos, por nuestras familias, por el beneficio social, pero sobre todo, estableceré un gobierno de puertas abiertas. Mi gobierno, ya lo he dicho, será de una gestión completamente ciudadana, en la que el centro serán las familias y se privilegiará la unidad.

Cumpliré los 22 compromisos que firmé ante Notario Público, que conforman el Plan para Puebla. Mi gobierno será de fuera para adentro, no perderé el contacto con la gente de la provincia y de la capital. Dentro de mi proyecto está atender las necesidades de los 217 municipio de la entidad” expresó.

Después de esto ya no habrá problema.

Los reportes de toda la entidad indican absoluta tranquilidad. Ningún incidente por cuestiones políticas se ha registrado y al parecer los priistas ya aceptaron la realidad. No hay mucho o nada qué hacer.

Y si como dijo el senador y ex gobernador de Puebla, don Manuel Bartlett, el triunfo del PAN se debió a un acuerdo de PRI-PAN con el visto bueno del presidente Peña Nieto, esto ya es asunto cerrado, sobre todo para los priistas.

La dirigencia estatal del PRI los que participaron en la campaña cerca de la candidata priista, diputados federales y locales y destacados miembros del partido tricolor, tuvieron un encuentro en céntrico restaurante de esta capital, para desahogar sus frustraciones y coraje.

Fue una catarsis que después de cuatro o cinco horas de discusión, pues empezaron con un desayuno y salieron para irse inmediatamente a comer, los dejó tranquilos.

El diputado Alejandro Armenta, coordinador de la campaña de doña Blanca, dijo que nunca se había dado una reunión como la del jueves y que en ella se terminó haciendo un reconocimiento a todo el comité estatal por su trabajo, un comité presidido por el también diputado federal Jorge Charbel Chidiac, que llegó para iniciar la campaña, recibiendo al PRI en un estado lamentable, pues desde el 2010 no se había realizado ningún trabajo de reorganización ni de fortalecimiento de las estructuras, lo que dificultó las actividades de campaña, máxime que no se contó con los recursos suficientes que sus adversarios sí tuvieron, dijo, a manos llenas.

“La derrota en política, debe asumirse como experiencia, señaló Armenta y aun cuando vamos a luchar para que se sancionen las claras violaciones a la ley por parte de nuestros principales oponentes, tenemos que iniciar una nueva etapa en la que la unidad, la reorganización y capacitación de nuestros cuadros y la reestructuración del partido, constituyan la base para el futuro inmediato.

“El Partido Revolucionario Institucional está demostrado ha sido la mejor escuela de políticos del país. De las 12 gubernaturas en juego el pasado 5 de junio ganó cinco el PRI, los cinco, militantes priistas probados; siete el PAN, en algunos casos aliado con el PRD, de los que cinco salieron de las filas del PRI, y sólo dos salieron uno del PRD y otro, el único caso, del PAN, el de Chihuahua”.

La candidata perdedora, doña Blanca Alcalá, fue declarada en esa reunión de priistas de cúpula “líder moral del priismo en Puebla”.

Pero, ¿no está muy desgastada por esta campaña en la que se le hicieron fuertes señalamientos? Se le preguntó:

“Hubo una guerra sucia, como no se había visto en Puebla y eso desgasta no sólo a la candidata, sino al partido y a los políticos en general, pero en las difíciles circunstancias que se dieron aquí, Blanca demostró carácter, convicción priista y espíritu de lucha. Además, déjenme decirles que ella nunca buscó ser la candidata en esta ocasión, como sí lo hicimos los once aspirantes restantes. A ella prácticamente le pidió el partido que fuera la candidata y tuvo que aceptar. Por eso tiene mayor mérito”.

Todo lo que ha pasado después de la jornada del día 5, ya es para la historia.

La declaración del IEE de nombrar triunfador a Antonio Gali termina con la “guerra sucia” y los partidos deberán empezar una nueva etapa con miras al 2018, año en que puede ocurrir un fuerte estallido social, ya que como nunca antes se había hecho, serán electos: presidente de la República, 32 gobernadores del país, se renovará el Senado y la Cámara de Diputados, se elegirán 32 congresos locales y más de dos mil ayuntamientos. ¿Una democracia tan endeble como la nuestra podrá resistir esto?