Hace unas semanas, el Partido Revolucionario Institucional estrenó nuevo dirigente nacional, Enrique Ochoa Reza. El nombre del presidente del comité ejecutivo nacional, a los priistas de la base y a los que están arriba de la base no les dice absolutamente nada.

El señor es egresado de alguna prestigiosa universidad extranjera, gringa de preferencia y puede ser una autoridad en su profesión, pero eso no lo capacita para dirigir al partido político más importante del país.

Ya inició sus anunciadas giras por todos los estados de la república. Este fin de semana estuvo en Aguascalientes y se lanzó, como lo ha hecho desde que tomó posesión del cargo, contra los priistas corruptos (el mismo PRI tiene en capilla a los gobernadores de Veracruz, Chihuahua y Quintana Roo) pues dijo que los priistas que llegan a un cargo de elección popular y no se conducen con honestidad, desprestigian al partido, lo cual es absolutamente cierto, y luego agregó, que no es justo, que por unos cuantos priistas, que se comportan como gobernantes corruptos, se desprestigie a todos los priistas que en un 99.99 por ciento son honestos.

Si como dijo el dirigente priista, el porcentaje de militantes de su partido que son honestos, es tan elevado, no necesita hacer campaña contra la corrupción, por el contrario, debería promover que al PRI se le otorgara una medalla al mérito por la honestidad de sus miembros.

Pero por otro lado, el primer gobernador panista que hubo en el país, Ernesto Ruffo, de Baja California, en una entrevista televisiva el sábado reconoció que los panistas que surgieron como los políticos más honorables y honestos, en sus orígenes, se volvieron corruptos en un gran porcentaje, cuando empezaron a ocupar importantes cargos en municipios, estados y en el gobierno federal.

El señor Ernesto Ruffo es quien preside la comisión del PAN contra la corrupción.

Dijo que su partido está comprometido a luchar contra ese flagelo que está presente en todos los partidos y que la pena máxima que impondrá a quienes se compruebe que realizaron actos de corrupción en el manejo de los recursos públicos, será la expulsión.

El conductor del programa trasmitido por Efecto TV le mostró su extrañeza porque en sus promocionales de televisión, el dirigente de su partido, Ricardo Anaya, sólo pida castigo para la corrupción contra gobernadores priistas y no contra los panistas que padecen del mismo mal. Y también se mencionaron casos del PRD, algunos de ellos muy recientes.

A los priistas también los confunde la comida que más de 200 ex diputados federales priistas, le ofrecieron a Manlio Fabio Beltrones, su ex coordinador y dirigente nacional del PRI.

Esa reunión dio lugar al surgimiento de una nueva corriente o tribu dentro del PRI, igual a lo que ha ocurrido en el PRD y aun cuando Manlio Fabio dijo que era una reunión de amigos que pretende promover la unidad de los priistas, la verdad es que la percepción de los militantes de a pié, es que se está preparando el lanzamiento del propio Beltrones, como candidato a la Presidencia de la República.

El ex dirigente priista manifestó en esa reunión privada que todavía es muy temprano para pensar en alguna candidatura presidencial, pero desde que Vicente Fox adelantó los tiempos y le dio resultado, todos los políticos de todos los partidos, tienden a eso.

De hecho el PAN ya anda en precampaña con sus precandidatos Margarita Zavala, Ricardo Anaya y el gobernante poblano Rafael Moreno Valle. Ya incluso se ha venido hablando aquí en Puebla de una posible, aunque improbable decimos nosotros, alianza entre PRI y PAN.

Todo eso mantiene pendientes de lo que pasa a los priistas y los desorienta, los confunde.

Si la conformación del grupo de Manlio continúa adelante, el enfrentamiento con los grupos de otros aspirantes será inevitable y la división que ya existe, se ahondará más y no hay que olvidar que cuando los priistas se dividen, el PRI pierde. Y si pierde en el 2018, ya difícilmente volverá a ser el partido que durante varias décadas gobernó al país.

El arzobispo de Puebla, monseñor Víctor Sánchez Espinosa, alertó ayer a los fieles católicos contra falsos sacerdotes y hasta un obispo también falso, que andan engañando en Puebla y Tlaxcala a los fieles, diciendo misas y proporcionando otros servicios que solo pueden ofrecer sacerdotes ordenados y debidamente autorizados.

Pidió que cuando una cosa de esas se presente, avisen de inmediato al párroco del lugar o directamente a la Curia, para que se solicite la intervención de las autoridades contra quienes cometen el delito de usurpación de funciones.

Por lo general los fieles conocen a los curas encargados de su respectiva parroquia. Los falsos sacerdotes, entregan tarjetas de presentación diciendo que para lo que se les ofrezca y realizan bautizos, matrimonios y hasta confesiones, que carecen de validez.