Saturday, 20 de April de 2024

Viernes, 26 Agosto 2016 03:08

Abrirse a la sociedad y recuperar la política social, pide dirigente del PRI




Written by  Gabriel Sánchez Andraca

El dirigente nacional del PRI, Enrique Ochoa Reza en reunión con los gobernadores priistas del país, demandó ejercer el poder con responsabilidad y honestidad, ya que el partido de la Revolución deberá entregar buenas cuentas a la ciudadanía del comportamiento de las autoridades que surgen de sus filas. El combate a la corrupción va en serio.


Dijo que es necesario que el partido tricolor abra sus puertas, recobre la confianza de la sociedad y retome la política social de sus inicios respondiendo a los reclamos de los ciudadanos.

 

Hay que recordar que en sus primeros años, el PRI sentó las bases para el desarrollo del país, creando instituciones y atendiendo los urgentes problemas sociales que agobiaban a los mexicanos.

 

Se instituyó la educación popular laica y gratuita en todo el país; los servicios de salud pública; se establecieron normas para regir las relaciones entre trabajadores y patrones; se crearon instituciones como el Seguro Social, el Issste, el infonavit. La educación gratuita abarcó hasta la normal y la universitaria; surgieron instituciones educativas como el Politécnico Nacional, las Universidades Tecnológicas; se repartió la tierra a los campesinos y éstos eran atendidos por la Secretaría del ramo y los bancos Ejidal y Agrícola, etcétera; pero llegó el neoliberalismo con Carlos Salinas de Gortari y todo lo que se había logrado a través de varias décadas de esfuerzo y dedicación, empezó a desvanecerse.

 

El cambio de política económica y social se hizo en lo obscurito, pero la gente empezó a sentir los estragos que se originaban en el nuevo modelo que abandonó los principios surgidos en la Revolución de 1910, considerada como la primera revolución social en el mundo.

 

Hubo un intento de rebelión priista durante un Congreso Nacional del PRI, en tiempos de Ernesto Zedillo y la respuesta de la tecnocracia criolla fue entregar el poder al PAN en el año 2000, por ser el partido con mayores afinidades al modelo neoliberal.

 

El primer presidente panista, Vicente Fox, destacado vendedor de Coca-Cola dijo hace varias semanas que cometió errores, entre ellos el de creer que el gobierno podía manejarse como una empresa privada y así nos fue.

 

El segundo gobierno panista, cuya llegada al poder fue muy cuestionada, el de Felipe Calderón nos embarcó en la guerra contra el narcotráfico que todavía no termina y que en su gobierno y en lo que va del gobierno priista de Peña Nieto ha cobrado más de 200 mil vidas.

 

Los gobiernos panistas han demostrado, ya en el poder que la corrupción no es privativa de un partido, sino que es común a todos, ya que ellos constituyen la prueba más convincente de esto.

 

La campaña del PRI contra la corrupción en sus filas, tema que con frecuencia aborda el nuevo dirigente nacional en discursos y entrevistas; su insistencia en que se recobre la confianza de la sociedad civil actuando con apertura y transparencia; su insistencia en lograr la unidad para lo que demandó la participación de los gobernadores surgidos del partido tricolor y su decisión de que los funcionarios priistas como gobernadores y ex gobernadores, así como quienes han traicionado a su partido sean expulsados de su institución partidista fueron temas que Ochoa Reza abordó con los gobernadores priistas de todo el país, en una reunión en las oficinas del comité nacional.

 

En entrevista con el diario capitalino El Universal dijo que el partido tricolor tiene como prioridad ganar las cuatro elecciones que se llevarán a cabo en el 2017. Para el 2018 todavía hay tiempo. Lo que debemos hacer ahora es formular una propuesta constructiva, hacer un análisis autocrítico y señalar los avances que ha tenido la actual administración.

 

Es prematuro, señaló, hablar ahorita de un posible candidato. No podemos perder tiempo en combatir a los aspirantes de otros partidos si antes no hacemos lo que como priistas nos corresponde hacer: lograr la unidad, hacer propuestas constructivas, hacer un análisis constructivo y abrirnos a la sociedad para recobrar su confianza.

 

Por su parte, el Partido Acción Nacional ha entrado en una etapa peligrosa. Sus dirigentes nacionales están enfrentados tanto por la designación de la nueva directiva en la Cámara de Diputados federal.

 

El dirigente nacional Ricardo Anaya desconoció el acuerdo que tenía con su antecesor Gustavo Madero, según dice él y designó a Javier Bolaños y Guadalupe Murguía, por convenir a sus intereses, ya que quiere ser candidato a la Presidencia de la República”. Eso es, señaló el diputado y ex dirigente nacional panista, anteponer sus intereses a los del partido.

 

Lo cierto es que los panistas se traen un pleito interno que mucho habrá de pesarles para el 2018, dado que ese pleito parece irreconciliable.

 

Los muchachos del PAN una vez que saborearon las mieles del poder durante 12 años se volvieron además de corruptos, ambiciosos.

 

Mal hizo doña Rosario Robles en declarar, llena de ira, por los ataques que su amigo el gobernador de Chihuahua ha recibido de la prensa, que “los periódicos sirven para dos cosas: lavar cristales y matar moscas”. Aunque después se disculpó, el error ya estaba cometido y le va a ser muy difícil evitar sus consecuencias, dado que lo que dijo fue espontáneo. La disculpa, ya fue por recomendación de algún asesor político.

 

En mesas de café, en pláticas de amigos y de familia, la decisión de las autoridades locales de obligar a los automovilistas a circular en el primer cuadro de la ciudad a 30 kilómetros por hora ha sido muy mal recibida. Los críticos de tal medida consideran que eso provocará embotellamientos, sobre todo en las calles cuyos carriles de circulación se han reducido por las ciclovías; habrá retrasos para la llegada puntual a las escuelas y a los centros de trabajo y muchas cosas más. La propuesta que se hace es que por lo menos se permita una velocidad de 50 kilómetros.

 

 

 

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