Friday, 19 de April de 2024

Viernes, 02 Septiembre 2016 03:05

Más condena que aprobación por la visita de Trump




Written by  Gabriel Sánchez Andraca

Últimamente, todo lo que hace el gobierno federal es criticado mayoritariamente y elogiado por una minoría. La visita de Trump no escapa a esto.


Hay quienes consideran que Enrique Peña Nieto no debió hacer la invitación de visitar México a ninguno de los aspirantes a la presidencia de los Estados Unidos, porque constituye una intervención en sus asuntos y que aprovechando ese error del gobierno mexicano, ellos, los gringos, van a querer intervenir abiertamente en nuestros asuntos.

 

Además señalan, que Trump es un tipo racista, ignorante, que ha insultado abiertamente a nuestro país y a nuestros connacionales que viven allá, como no lo ha hecho ningún otro político estadounidense y constituye una ingenuidad, pretender influir en su discurso agresivo contra nuestro país, trayéndolo aquí para aclararle las cosas.

 

El escritor Enrique Krauze dijo que es la misma ingenuidad del primer ministro inglés, Chamberlain, que visitó Alemania con la intención de pacificar a Hitler y evitar la guerra pero ésta estalló unas semanas después, por lo que ayer se cumplieron 77 años de la invasión de los nazis a Polonia con lo que se inició la Segunda Guerra Mundial.

 

Trump no es Hitler sino una gente mucho menor, pero con prejuicios raciales, con concepciones políticas equivocadas y con una total ignorancia de la política internacional.

 

Y una prueba de esto es que al regreso de nuestro país al suyo, el mismo día de su visita Trump reafirmó su intención de construir “un gran muro” que los mexicanos pagaríamos según él.

 

La visita de Trump a México fue un éxito para él, ya que la percepción general es que actuó como si fuera seguro su triunfo en las elecciones del 4 de noviembre en Estados Unidos. Reafirmó sus amenazas y no pidió una disculpa por los agravios hechos a nuestro país y a nuestros connacionales.

 

Quienes apoyan la invitación que Peña Nieto hizo a los dos candidatos a la presidencia estadounidense, dicen que fue una actitud democrática, diplomáticamente correcta, ya que el comercio entre ambas naciones es el más intenso del planeta; tenemos una frontera tan activa como no la hay en otra parte del mundo, en fin, que allá, del otro lado radican 11 millones de mexicanos y que el gobierno federal tiene la obligación de proteger.

 

Para Vicente Fox, que cuando llegó a la Presidencia tuvo un comportamiento tan antipolítico y anti-diplomático, como el de Trump, lo que el gringo quiere es “chamaquear” a Peña Nieto.

 

La opinión más generalizada en Puebla es mayoritariamente contraria a la visita de Trump: no aportó nada, no se logró nada y sólo demostró la debilidad del presidente de México.

 

Ayer fue el día del informe presidencial que ya ha dejado de ser lo que era todavía hace quince años; “el día del presidente”.

 

Se acabó el recorrido presidencial del Palacio Nacional al palacio legislativo, las vallas multitudinarias a lo largo del recorrido, que el presidente hacía en autodescubierto y protegido por un escuadrón de motociclistas y de cadetes de caballería del Colegio Militar.

 

Se acabaron las horas de lectura de un largo documento en el que se daba cuenta de lo hecho y de lo que estaba por hacerse, y también el mensaje político con el que el presidente de la República en turno, remataba el día para regresar al palacio a recibir el saludo de colaboradores y de los representantes de los diversos sectores sociales.

 

Ahora se entrega el documento en el recinto parlamentario lo reciben los directivos de las cámaras de diputados y senadores y se cita a los integrantes del Congreso de la Unión para analizarlo y emitir su opinión sobre el trabajo hecho por el jefe del Poder Ejecutivo.

 

La rebelión contra el antiguo formato del informe, se inició en tiempos de Miguel de la Madrid, cuando Porfirio Muñoz Ledo, ya fuera del PRI, interrumpió al presidente para cuestionarlo. Y cuando vio que lo había puesto nervioso, salió del recinto caminando con altivez.

 

Se inició con esto una nueva etapa en la vida política de México, ya que el sucesor de Miguel de la Madrid, Carlos Salinas de Gortari tuvo que enfrentar a panistas y perredistas que hicieron un escándalo durante la ceremonia, incluso cubriéndose el rostro con unas máscaras.

 

Fue entonces cuando Salinas pronunció una frase que pasó a la historia, como una muestra de la total falta de comunicación entre el Poder Ejecutivo y el Legislativo: “Ni los veo, ni los oigo”, afirmó el padre del neoliberalismo mexicano.

 

El “Plural Group” o Grupo Plural que han formado algunos priistas convocados por el ex diputado federal Jaime Alcántara, se ha venido reuniendo desde las pasadas elecciones del 5 de junio, con aspirantes a la candidatura del partido tricolor para la gubernatura estatal del 2018 para dialogar sobre diversos tópicos relacionados con la vida política, económica y social del estado.

 

Mañana sábado 3 de septiembre, el invitado al desayuno del “Plural Group” será el ingeniero Alberto Jiménez Merino, dos veces diputado federal, ex delegado de la SAGARPA en Puebla; ex secretario de Desarrollo Rural del Estado entre otras cosas. Seguramente que será un diálogo interesante como ya lo han tenido otros aspirantes, entre ellos Juan Carlos Lastiri Quiroz, Blanca Alcalá, etc.

 

 

 

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