Thursday, 25 de April de 2024

Jueves, 22 Septiembre 2016 01:57

Que la descomposición social no nos alcance




Written by  Gabriel Sánchez Andraca

  El asesinato de Aurelio Cabrera Campos, periodista serrano, director de El Gráfico de la Sierra, hizo que periodistas poblanos se movilizaran para exigir a las autoridades condiciones de seguridad para el ejercicio de su trabajo.


  Durante una manifestación realizada frente a la Catedral, la dirigente de “Red de Periodistas de Puebla”, Samantha Páez, leyó una carta dirigida a las autoridades estatales para exigir justicia, que no se fabriquen “chivos expiatorios” y garantías para todos los comunicadores poblanos.

 

  Misraim Hernández, defensor de los derechos humanos, leyó otra misiva, de la Casa del Periodista, afirmando que la muerte de Aurelio Cabrera es un atentado contra todo el gremio periodístico y que no se permitirá que se fabrique un culpable, por lo que se exigirá una investigación a fondo.

 

  El director del periódico La Voz de la Sierra, Juan Pedro Garrido, por su parte, afirma que lo que se pretende es acallar a dos medios informativos que han sido críticos con las autoridades, por la situación de inseguridad que se vive en la Sierra Norte de Puebla.

 

  La manifestación de los periodistas reunió a decenas de reporteros, fotógrafos, camarógrafos y foto-reporteros, como pocas veces se ha visto. Al terminar el acto se entonó el Himno Nacional.

 

  En Tehuacán, el segundo municipio más importante de la entidad, la violencia alcanzó a la propia policía. Un elemento de la Policía Municipal, fue asesinato. Se trató del policía tercero Felicitos Martínez Martínez, quien fue asesinado la madrugada del lunes en la colonia La Purísima de esa ciudad.

 

  Sus compañeros de trabajo expresaron que su familia ha quedado totalmente desamparada por lo que están exigiendo a las autoridades municipales, que se les otorgue a los policías un seguro de vida, sobre todo ahora que dicho trabajo es bastante riesgoso.

 

  A Felicitos Martínez, el policía asesinado, se le rindió un homenaje en Tehuacán y luego su féretro fue trasladado a Teotitlán de Flores Magón, Oax., de donde era originario, para su cristiana sepultura.

 

  Sobre eso del seguro de vida, ya hay una propuesta que no se ha concretado: el Consejo de Seguridad Ciudadana en Seguridad Pública ofreció poner el 50 por ciento del costo del seguro, a condición de que el Ayuntamiento de Tehuacán aporte el otro 50 por ciento.

 

La oferta sigue vigente, pero todavía no hay una respuesta de las autoridades municipales.

 

  Por otra parte, el ex presidente municipal de Mecapalapa, perteneciente al municipio de Pantepec, Jesús Antonio Jiménez Hernández, fue asesinado al parecer por problemas personales.

 

  De todos modos su muerte violenta ha impactado a la población y pueblos cercanos, pues la gente piensa que si eso le pasa a alguien que fue autoridad, quiere decir que los ciudadanos de a pié, están completamente indefensos.

 

  Dos sacerdotes católicos fueron asesinados en Poza Rica, Ver., ciudad vecina de Puebla por el rumbo de Xicotepec de Juárez, los padres Alejo Nabor Jiménez y José Alfredo Suárez de la Cruz, uno de ellos originario de Tehuacán Puebla, cuyos restos fueron trasladados ahí para su sepultura.

 

  Este doble asesinato ha dado motivo para que el vocero del Episcopado Mexicano, arrecie sus ataques contra las autoridades mexicanas por el clima de inseguridad que se vive en el país y exige la aclaración de los hechos para que estos crímenes no queden impunes como en la mayor parte de los casos.

 

  Según las primeras investigaciones, que han permitido identificar a los responsables, los culpables eran amigos de los curas y juntos estuvieron conviviendo el día de los hechos. Al calor del licor que habían ingerido, surgieron los problemas y acabaron robando limosnas y objetos religiosos y asesinando a los sacerdotes, se dijo. Falta confirmar lo dicho por un testigo presencial de los hechos.

 

  Hace unos días dijimos en este espacio, que la impunidad es alentadora para la delincuencia y por esa razón debe ponerse especial atención en el renglón de impartición de justicia.

 

  Dos nuevas instalaciones fueron inauguradas en Ciudad Universitaria por el gobernador Rafael Moreno Valle y el rector de la BUAP, Alfonso Esparza Ortiz, uno en la Facultad de Educación Cívica y otro en la de Ciencias Químicas, con costo de 30 millones de pesos.

 

  El rector agradeció al gobernador el apoyo que ha brindado a la máxima casa de estudios de la entidad y esto dijo que durante el tiempo que falta para que termine su sexenio, se terminarán otras instalaciones que contribuirán a hacer de la BUAP una de las mejores universidades del país, que de hecho, ya lo es.

 

 

 

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