Según refieren columnas de diferentes diarios de la Ciudad de México, ni siquiera tenían lugar reservado para estar presentes en el acto y no tuvieron trato especial, como sí lo tuvieron los dirigentes y representantes del PAN.
Cómo estaría la cosa que en un arranque de dignidad los perredistas, todos de primer nivel, abandonaron el acto antes de que éste terminara.
Pero además hubo otra cosa: las mejores posiciones en el nuevo gobierno, se asignaron a panistas afines a Margarita Zavala, lo que molestó al dirigente nacional del PAN, Ricardo Anaya, que decidió no asistir al banquete de toma de posesión del nuevo gobernador y retirarse.
Por su parte los perredistas, que estaban seguros de que se les asignaría la secretaría general de Gobierno, tuvieron que conformarse con la secretaría de Desarrollo Social, que fue asignada al perredista Julián Ricalde.
Se dice que también hubo enojo de los dirigentes perredistas en Durango, durante la toma de posesión del gobernador, que también arribó al poder por una alianza PAN-PRD, por el mal trato que les dieron.
Eso les pasa por andar aliándose con los que se supone, son sus adversarios ideológicos. Los izquierdistas pueden haber perdido su ideología progresista, pero los derechistas nunca pierden la suya y consideran a los izquierdistas, como los han considerado siempre, “un peligro, para México”.
Esas alianzas solo se explican por el cambio que han sufrido los partidos políticos en nuestro país, que al olvidarse de su doctrina, de sus principios, ahora van tras el poder y el dinero y nada más.
En el ejercicio del poder, han dado muestras, panistas y perredistas, de ser tan ineficientes y tan corruptos, como los priistas, y éstos son menos ineficientes, por el tiempo que han ejercido el poder, pero después de que durante 12 años estuvieron fuera del gobierno federal, perdieron forma y demuestran tan poca habilidad política, tan poco oficio, tan poca sensibilidad, como los que fueron sus adversarios. Haber en qué termina todo esto. Por lo pronto los problemas de inseguridad, corrupción, desempleo, pobreza, etc., siguen adelante.
Doña Lucero Saldaña Pérez, senadora de la República, rindió el pasado fin de semana su cuarto informe de actividades, ante la presencia del dirigente estatal de su partido Jorge Estefan Charbel Chidiac, quien elogió el trabajo de la senadora que por cierto, nos cuentan, se destapó como aspirante a la candidatura de su partido para la gubernatura en el 2018.
Hablando de informes, el domingo próximo todos los diputados federales del PRI en Puebla rendirán un informe conjunto en el Complejo Cultural de la BUAP.
Así en bola, no se sabrá quién de los representantes populares ha trabajado más y mejor y suponen que tendrán más impacto entre la población en general.
Claro que después del informe conjunto, cada uno en su respectivo distrito, dará cuenta del trabajo realizado y los ciudadanos sabrán si habla con verdad o con mentirosa demagogia su respectivo representante ante el Congreso de la Unión.
Todo parece indicar que la lucha de Margarita Zavala y Rafael Moreno Valle, gobernador de Puebla, por lograr que Ricardo Anaya, presidente nacional de su partido, abandone ese cargo si aspira a la candidatura presidencial, para dejar piso parejo para todos, va a fracasar, pues en las intervenciones que el citado Anaya ha tenido en los medios de difusión, ha dicho que saldrá de la presidencia cuando sea tiempo para ello, es decir, cuando ya vaya a designarse al candidato. No hay nada que le impida, dice, seguir en la dirigencia y aspirar a la candidatura.
Moreno Valle señaló desde el principio que en toda la historia de Acción Nacional no ha habido un candidato presidencial surgido de la dirigencia nacional y eso es absolutamente cierto, como también lo es, que en el PRI el único dirigente nacional de ese partido que logró la postulación para presidente, Roberto Madrazo, perdió la elección con tan aplastante porcentaje, que quedó en el tercer lugar después del PAN y del PRD, lo que es indicativo de que muchos priistas no votaron por él.
Y a propósito del PRI, la dirigencia nacional informó de que el gobernador de Veracruz y cinco de sus funcionarios, están en proceso de ser expulsados de su partidopor corruptos.
El dirigente local del Revolucionario Institucional, Jorge Estefan Chidiac, declaró que en el PRI no tienen cabida los corruptos.
Es decir, los dirigentes priistas están dispuestos a acabar de una vez y para todos, lo que fue el partido surgido de la Revolución Mexicana. El problema es saber con qué carambas se le va a sustituir, porque está claro que ni el PAN ni el PRD, están capacitados para emprender un trabajo tan enorme y tan difícil, como el de manejar este país que además está tan revuelto, como no lo había estado después de la Revolución de 1910.
