El Chapo Guzmán ha pasado de Asunto de Estado a culebrón amoroso, pasando directamente al drama humano del ansia por descubrir al ser amado. ¿Estaba enamorado el capo del Cártel de Sinaloa de la actriz telenovelera? ¿Además de una incipiente relación laboral para producir su película autobiográfica también tuvieron una relación amorosa? ¿El evidente flirteo de Guzmán Loera, revelado en los mensajes de chat publicados por Milenio ayer por la noche, llegó a buen puerto? ¿Tras la captura, del Castillo quedó con el corazón roto al ver retornar a la cárcel del Altiplano al “único que la ha cuidado? El corazón de los mexicanos se estruja —por lo menos el mío— ante un guión que ni Televisa ni Netflix imaginaron siquiera.

No es novedad histórica ni literaria que un imperio se derrumbe a causa del amor apasionado de un hombre por una mujer. Es bíblico que Sansón reveló a Dalila el origen de su fuerza sobrehumana. Es literario que la pasión desenfrenada de Paris por Elena condujo a la caída de Troya. ¿Fue la atracción que el Chapo Guzmán sentía por su “Ermoza” el origen de su caída? ¿La tercera captura del capo es un drama de amor y no una caída provocada por la vanidad?

La primer sospecha del coqueteo vino con el texto del actor Sean Penn en Rolling Stone, cuando el capo sinaloense revela que aunque no le gusta tomar, con Kate si le dan ganas de “echarse un tequila”. Luego, Carlos Loret de Mola lo sugirió abiertamente al señalar que en sus comunicaciones encriptadas el nombre clave de Kate del Castillo era “Hermosa” o “Dama”. Por último, al leer los chats publicados por Milenio, queda claro que el Chapo Guzmán anda en pleno plan de conquista, y al sinaloense no le es indiferente a la actriz que “le da entrada”.

Un sólo diálogo de las conversaciones interceptadas por la inteligencia del gobierno federal deja en claro un coqueteo más que evidente entre la actriz y el narcotraficante:

9/25/2015 9:55:16 PM:

Papa: Olvidado Amiga, entonces si tu traes el vino yo tomaré también del tuyo ya que a mí me gusta el tequila y el Bucana, pero tomaré del tequila que traerás y champaña. Te cuento que no soy tomador pero como va a ser tu presencia algo hermoso, ya que tengo muchas ganas de conocerte y llegar a ser muy buenos amigos. Eres lo mejor de este mundo. Seremos muy buenos amigos. Tú ponte de acuerdo cuándo puedes regresar. Ojalá que sea pronto, vale más esperarnos a que todo lo prepare con una semana. Yo te tendré súper todo para que no vayas a tener ningún detalle, que me sentiría muy mal. Ten fe que estarás a gusto. Te cuidare más que a mis ojos.

9/25/2015 10:11:41 PM:

M: Olvidado: Me mueve demasiado que me digas que me cuidas, jamás nadie me ha cuidado, ¡gracias! ¡Y tengo libre el siguiente fin de semana!

Ahora todo queda más claro. La película de su vida, el biopic, es el pretexto del galán para poder acercarse a la Dulcinea del Castillo. La obsesión de Guzmán Loera por volver a verla, luego del encuentro de octubre del 2015 en el Triángulo Dorado en el que departió con ella y el actor Sean Penn, provocó que se moviera a Los Mochis, Sinaloa, donde finalmente fue capturado. El capo, todopoderoso como presume en la revista Rolling Stone, cayó por la obsesión de volver a ver a su “Ermoza”.

Pobre Chapo Guzmán. Del villano magnífico de México, del antihéroe capaz de arrodillar al gobierno federal y ridiculizarlo con sus fugas espectaculares, poco quedó ante el enamoramiento por la actriz Kati.

Pero es un hecho científico. En 2006 se dio a conocer que un grupo de investigadores comprobó lo que todo el mundo sabe: que los hombres pierden la cabeza por las mujeres. “Según ha informado hoy la revista británica Proceedings of the Royal Society, un estudio de científicos de la Universidad de Leuven (Bélgica) revela que los numerosos encantos de una mujer dificultan la capacidad de los hombres para tomar decisiones, ya que los niveles de testosterona se disparan ante los atractivos femeninos”.

“Los expertos analizaron las reacciones de 44 voluntarios varones. El resultado ha sido que los hombres expuestos a lo que los científicos llamaron insinuaciones sexuales caían más fácilmente en la tentación de hacer trampas que los que no, al tiempo que presentaban unos mayores niveles de testosterona… Aunque los varones creen que son seres muy racionales, la investigación indica que los hombres con elevados niveles de testosterona son muy vulnerables a las insinuaciones sexuales, según ha subrayado Siegfried Dewitte, uno de los responsables.

Otro estudio, publicado en el Journal of Experimental Social Psychology, muestra que los hombres que pasan incluso unos pocos minutos en compañía de una mujer atractiva no funcionan tan bien en las pruebas diseñadas para medir la función cerebral que el de los que charlan con alguien que no encuentran atractiva. Los investigadores creen que la razón puede ser que los hombres consumen gran parte de su función cerebral o “recursos cognitivos” tratando de impresionar a aquellas mujeres que ellos consideran hermosas, por ende, tienen poco espacio para otras tareas.

Ay mi Chapo, me duele el corazón. ¿Y se la habrá dado?