Saturday, 20 de April de 2024

Miércoles, 05 Octubre 2016 04:01

El Momento Estelar de Alfonso Esparza: un tremendo acto de dignidad




Written by  Arturo Rueda

El rector solamente necesitó recordar que la ola de feminicidios se ha llevado a 4 universitarias en los dos últimos años, seis en realidad si se cuenta desde 2013. ¡Ni una más!, exigió sin estridencia, y luego pidió colaboración a todos los actores políticos para evitar recortes presupuestales a las instituciones de educación superior


En su libro Momentos Estelares de la Humanidad, el gran escritor austriaco Stefan Zweig dice que hay breves fracciones de tiempo en las que, con una simple decisión, los hombres se hacen gigantes o pigmeos. Y que ese brevísimo momento define su paso a la historia como un valiente o como un cobarde. Ayer, Alfonso Esparza tomó otra dimensión cuando a punto de terminar su Tercer Informe, de frente al gobernador Moreno Valle y a toda la comunidad universitaria, sorpresivamente hizo un reclamo puntual de la ola de feminicidios que vive Puebla.

 

Sorpresivamente porque, en primera fila, se encontraba el gobernador Rafael Moreno Valle, quien prefirió asistir al informe del rector de la BUAP una vez que no era bienvenido en la toma de protesta de Javier Corral como gobernador de Chihuahua, donde sí estuvieron presentes Margarita Zavala y Ricardo Anaya.

 

Sorpresivamente, porque el tema de los feminicidios es tabú para el gobernador poblano, ya que no cuadra con su imagen de presidenciable, ni con el discurso de la transformación de Puebla. Pero los 224 feminicidios que recuenta la organización Odesyr desde 2013, solamente 91 en cifras oficiales, no conocen de aspiraciones presidenciales, ni de luchas intestinas al interior del PAN o de juegos futuristas. Son una realidad, dolorosa y dramática, pero realidad al fin que no quiere ser discutida ni estudiada.

 

Sorpresivamente, porque al rector Esparza sus críticos querían endilgarle la imagen de “blandito” ante el gobierno morenovallista. Esos críticos que hoy vociferan indignados, pero que hace unos años aplaudieron rabiosamente cuando Enrique Agüera dijo que la BUAP era una fábrica de “hombres como Mario Marín que le darán brillo a Puebla”.

 

Que Alfonso Esparza aprecie las virtudes de la colaboración institucional y no tenga un carácter rijoso no quiere decir que sea aplaudidor incondicional del morenovallismo. Con su larga experiencia sabe administrar sus dichos pero también sus silencios. Y vaya que sus dichos pesaron ayer.

 

Los críticos vociferadores de Alfonso Esparza pronosticaron, con su don de pitoniso, que el rector de la BUAP no se atrevería a hablar del tema de los feminicidios en su Tercer Informe. Se tuvieron que comer sus palabras, aunque pasada la impresión, volvieron a la carga para encontrar nuevas descalificaciones. Personajes mezquinos, hace tiempo que han olvidado la grandeza.

 

Se atrevió y nadie se lo esperaba, menos que nadie, Moreno Valle al que le escuece el tema. El rector solamente necesitó recordar que la ola de feminicidios se ha llevado a 4 universitarias en los dos últimos años, seis en realidad si se cuenta desde 2013. ¡Ni una más!, exigió sin estridencia, y luego pidió colaboración a todos los actores políticos para evitar recortes presupuestales a las instituciones de educación superior.

 

Moreno Valle, quien no ocultó su molestia, subió brevemente al escenario del Auditorio del CCU y apenas habló tres minutos. Contra su costumbre de las últimas semanas, cuando en cada acto nos receta un discurso de quince minutos para recordar todos los logros de su sexenio, ahora fue brevísimo para decir que ningún gobierno como el suyo había apoyado a la BUAP. Y adiós, ni siquiera se quedó a convivir con la comunidad pese a que ya no iba a volar a Chihuahua.

 

Si el gobernador se enojó, Esparza ni cuenta se dio ya que el Auditorio se había vuelto un clamor tras el acto de dignidad del rector. En las primeras filas, a la mitad y en las galerías, el grito era ¡Reelección, reelección, reelección! Habida cuenta que el próximo año la BUAP va a proceso electoral y el rector tiene la posibilidad de ocupar otro periodo de cuatro años.

 

 

Por supuesto, en su breve discurso que fue apoyado por un inteligente despliegue tecnológico, Alfonso Esparza enumeró una serie de logros que por sí mismos serían nota. Pero sin duda, su Tercer Informa va a pasar a la Historia como el momento en el que el rector representó mejor que nunca al hombre que guía a la comunidad universitaria y la defiende

 

 

 

 

 

 

 

 

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