Saturday, 20 de April de 2024

Jueves, 27 Octubre 2016 02:54

Pareja presidencial al borde de un ataque de nervios




Written by  Arturo Rueda

Con el aliento de la destitución en su nuca, La Mostra perdió ayer lo poco que le quedaba de cordura y tuvo un público ataque de nervios. Luego de una sesión de cabildo en el que su síndico y regidores le refrendaron su apoyo para continuar en el cargo, convocó a una rueda de prensa para amenazar con demandar a los medios regionales y estatales de comunicación que critiquen su gobierno. “Ya no la vamos a permitir, sí, la crítica”


No es cosa común, ni accidente, que una petición de destitución de un alcalde sea incluido en el orden del día del Congreso local. Oficios similares a ese deben llegar cientos al año y el Poder Legislativo nunca da cuenta de ellos. Pero la petición de los integrantes del Instituto para la Gestión, Administración y Vinculación Municipal, una AC de Tehuacán, fue atendido con prontitud, y su reclamo, elevado, lo que ha desatado los rumores de que antes de terminar su sexenio, Moreno Valle dará luz verde a la defenestración de Ernestina Fernández, alias La Mostra, quien no llegará a cargar los peregrinos como alcaldesa de la segunda ciudad del estado en importancia.

 

Con el aliento de la destitución en su nuca, La Mostra perdió ayer lo poco que le quedaba de cordura y tuvo un público ataque de nervios. Luego de una sesión de cabildo en el que su síndico y regidores le refrendaron su apoyo para continuar en el cargo, convocó a una rueda de prensa para amenazar con demandar a los medios regionales y estatales de comunicación que critiquen su gobierno. “Ya no la vamos a permitir, sí, la crítica”, dijo mientras ordenaba a su síndico a ejecutar los coscorrones.

 

Al estilo Marín, La Mostra quiere un coscorrón para los medios que en los dos últimos años han dado cuenta de la ola de inseguridad que vive Tehuacán, de sus pésimos modos para rechazar cualquier tipo de colaboración con el gobierno estatal, de sus negativas, desplantes, a fin de realizar proyectos conjuntos. Estos medios, sobretodo han evidenciado que Ernestina Fernández no gobierna, no es presidenta municipal, sino que quien ejerce el cargo es su esposo, El Mostro original, Álvaro Alatriste, el exitoso comerciante abarrotero que en la primera década del siglo XX fue presidente municipal y conoció la adicción al poder.

 

La historia es más o menos conocida. Álvaro ejerció de 2001 a 2004, y por no solventar adecuadamente sus cuentas públicas, fue inhabilitado por casi una década para ejercer cargos públicos. Pero al Mostro le entró el gusanito de volver a ser edil de Tehuacán. Compró la complacencia del dirigente Pablo Fernández del Campo, así la del delegado del CEN mejor conocido como el Capo de Colima. El PRI se decidió a postularlo en 2013 pero se encontró con que el periodo de inhabilitación no había vencido y pese a buscar todos los caminos jurídicos, sin darse por vencidos, a una horas de vencer el registro hicieron candidata… ¡a la esposa!

 

Ya se sabe que el arte de gobernar no es patrimonio de los títulos educativos, pero sin ánimo de violencia de género o descalificaciones, la esposa de Álvaro Alatriste apenas cursó la educación básica. Con ese escaso bagaje, conocimiento de la administración pública o el mundo, lo más sorprendente es que Tehuacán votó por ella… y ¡Ernestina ganó! ¿Qué tenían en la cabeza los tehuacaneros? ¿Ya habrán acabado de arrepentirse?

 

En realidad, Ernestina ganó pero no ganó, porque es Álvaro quien gobierna en Tehuacán. Al principio lo hizo de forma prudente y ahora lo airea a los cuatro vientos. La Mostra firma los documentos, pero Alatriste es quien toma las decisiones y lleva la voz cantante. En sentido estricto, es una pareja presidencial.

 

Si hemos de creer los rumores, se avecina el fin de esa pareja presidencial, ya que su situación es insostenible. Y la causa eficiente no es su pelea eterna con Moreno Valle, ni su alejamiento de las tribus del PRI estatal, ni la ola de inseguridad, ni el deshonroso segundo lugar como peor alcaldesa del país que le dio el Gabinete de Comunicación Estratégica, ni el paro de servicio de limpia, ni la falta de aprobación a su cuenta pública 2014, ni su ‘ojetez’ para darle escoger a sus policías si querían aumento o seguro de vida, ni las rechiflas en el festival de la Matanza ni la acusación pública del gobernador de que malgasta los recursos federales.

 

Para los propios tehuacaneros, la gota que derramó el vaso fue la absurda decisión de cerrar el Museo de Mineralogía bajo el argumento que era incosteable el pago del seguro del acervo. La colección de más de 10 mil muestras de minerales fue reunida por el científico mexicano Miguel Romero Sánchez, de las que sólo 394 se exhiben en el Complejo Cultural El Carmen desde el 31 de julio de 1998. El incosteable pago del seguro para Ernestina ascendía a 85 mil pesos al semestre. La pareja presidencial decidió cerrar el museo el 15 de octubre para irritación de todo Tehuacán.

 

Entonces, Moreno Valle entró en acción, ordenó que el gobierno estatal asumiera el pago del seguro y la colección se mude al nuevo museo de sitio que será inaugurado antes del final de su sexenio, fecha probable en la que será acompañado del nuevo alcalde en Tehuacán.

 

Salvo Ernestina y Álvaro, en Tehuacán todos están de acuerdo en que la pareja presidencial debe ser desalojada del poder. Ya ni el PRI los defiende, aunque ellos quieren morir matando y planean una movilización de 50 autobuses al Congreso local para mostrar su músculo de defensa. ¿Inician las apuestas?

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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