Wednesday, 24 de April de 2024

Miércoles, 16 Noviembre 2016 03:06

La estrategia de Peña es aplicarle la aburridora a Trump




Written by  Arturo Rueda

Cualquier político de mediano nivel y sobre todo un presidente, sabe que 3 años en política es un siglo y cualquier cosa puede pasar. Otros problemas van a entrar en la agenda de Trump que le hagan interesarse menos en México y el TLC, especialmente lo que se prevé como una problemática relación con China


Hay que reconocerle a Peña Nieto su negativa a caer en el patrioterismo gritón como estrategia para enfrentar a Donald Trump. Ayer, en su esperado mensaje en la Cumbre de Negocios, el mexiquense se negó a envolverse en la bandera nacional y tirarse del Castillo de Chapultepec, un acto patriotero que le hubiera ganado aplausos fáciles en momentos difíciles. Como un Fidel Castro del siglo XXI, pudo despotricar hasta el cansancio contra el poder yanqui. Pero frente a los empresarios más importantes del país, mantuvo la prudencia y dio a conocer su receta: optimismo y pragmatismo y como principio innegociable, la defensa de los connacionales.

 

Por supuesto, no es un “mexicanos al grito de guerra” que muchos esperamos. Pero hace tiempo que el presidente eligió la línea blanda en su trato con Trump desde que lo invitó a Los Pinos. Y tampoco se sabe si esa especie de templanza está funcionando, ya que de la postura original de abandonar el TLC, el equipo de Trump filtró a CNN que desde su toma de protesta el magnate pedirá la renegociación del acuerdo comercial a México y Canadá, y sólo en caso de que no acepten, invocará el artículo 2252 para salir de éste en agosto del 2017. La cosa ya luce más calmada.

 

Renegociar a esta altura es un triunfo que ha calmado a los mercados, dado que el dólar ya se estabilizó, y tampoco se sabe si la línea de comunicación que abrió Luis Videgaray funciona por abajo del agua. La calma con la que el gobierno federal está actuando indica que sí y que, de alguna forma, conocen ya los pasos que seguirá el magnate, con lo que Peña Nieto pretende aplicar la más mexicana de las estrategias: la aburridora, que es darle largas al asunto.

 

No en balde, durante la primera jornada de la Cumbre de Negocios, el secretario de Economía Ildefonso Guajardo adelantó que México aceptaría renegociar el Tratado de Libre Comercio. Y José Antonio Meade, titular de Hacienda, que habrá momentos tensos y preocupantes, pero las cadenas de valor de la zona Norteamérica no se van a romper.

 

Y es que, ¿Cuánto tiempo va a gastar Trump en renegociar el TLC? Fácilmente podría llevarse su primer mandato, antes de buscar su reelección. Y a eso apuesta Peña: aplicar la aburridora en la renegociación del acuerdo comercial. Que el magnate corra como caballo desbocado para generarse otros problemas y prioridades.

 

En los noventas del siglo pasado y a iniciativa de Salinas de Gortari, entre la manifestación del acuerdo para crear una zona de libre comercio y su entrada en vigor pasaron 4 años. Esta fue la cronografía:

 

10 de junio de 1990: Canadá, Estados Unidos y México acuerdan establecer un tratado de libre comercio.

 

5 de febrero de 1991: inician las negociaciones del TLC.

 

17 de diciembre de 1992: los líderes de Canadá, Estados Unidos y México firman el TLC.

 

Agosto de 1993: se negocian acuerdos paralelos en materia laboral y del medio ambiente a petición de Bill Clinton.

 

1 de enero de 1994: el TLC entra en vigor.

 

Aceptar la renegociación, además, tiene otra ventaja: su nuevo contenido requiere ser aprobado por el Senado de cada país, con lo que otros intereses se van a introducir además de las agresivas propuestas del magnate. ¿A poco no van a involucrarse las armadoras y automotrices beneficiadas en los últimos 20 años?

 

Así que entre aceptar la renegociación, instalar las mesas, definir los nuevos contenidos, firmarlo, pasarlo a aprobación del Senado y entrada en vigor, van a pasar mínimo 3 años, con lo que al próximo presidente electo en 2018 le tocará concluir la ingrata tarea de negociar con Donald Trump.

 

Pero además, cualquier político de mediano nivel y sobre todo un presidente, sabe que 3 años en política es un siglo y cualquier cosa puede pasar. Otros problemas van a entrar en la agenda de Trump que le hagan interesarse menos en México y el TLC, especialmente lo que se prevé como una problemática relación con China.

 

 

Serenidad y paciencia le recomendaba Kalimán a Solín. En estos momentos de incertidumbre, el discurso antigringo podría ayudar a Peña Nieto a crecer en su pobre posicionamiento. Todo indica que, pese al alarmismo producto del shock, el mexiquense tiene una ruta: ganar tiempo, el antídoto de todos los aceleres en la vida. 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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