Dos sujetos provenientes de Acatlán de Osorio fueron sorprendidos por pobladores cuando pretendían robar imágenes religiosas de la Iglesia de Coahuixtla en Izúcar de Matamoros, pero al ser sorprendidos uno logró fugarse, sin embargo, Marco M. fue retenido por la gente y amagado para ser quemado vivo. 

Los delincuentes aprovecharon que no había gente en el inmueble para entrar al templo católico e intentar sustraer algunas de las imágenes, pero cuando los pobladores se dieron cuenta, uno de los delincuentes logró escapar pero el segundo fue golpeado y amenazado con ser linchado. 

Horas después, la gente de Izúcar de Matamoros entregó al ladrón a las autoridades, por lo que fue trasladado a la cárcel de la Inspectoría en donde la Policía Municipal intentó entrar pero los pobladores enardecidos les impidieron el acceso lanzando piedras a los uniformados. 

Ante los hechos, al lugar llegó el encargado de averiguaciones previas Delfino Cortés, así como el delegado de Gobernación, Juan Carlos Nadar, quienes fueron despedidos por la muchedumbre sin dejarlos intervenir en el caso. 

Finalmente, para que los pobladores pudieran entregar al ladrón hicieron firmar a las autoridades un documento en donde se comprometían a remitir al sujeto y que no saliera bajo fianza.  

Sin catálogo de arte sacro

La Iglesia de Coahuixtla como muchas otras de la Mixteca poblana guarda joyas religiosas que datan del siglo XVI y XVII, pero no cuentan con ningún catálogo que cuide de ellas, por lo que están a la merced de los amantes de lo ajeno.