Friday, 19 de April de 2024

Lunes, 28 Noviembre 2016 11:12

Así la historia de Fidel Castro con la BUAP

El 26 de septiembre de 1995, Fidel Castro Ruz fue nombrado con el Doctorado Honoris Causa por mayoría de votos en la sesión del Honorable Consejo Universitario de la Universidad Autónoma de Puebla. Obtuvo 132 votos a favor, 10 abstenciones y 1 en contra.

  • Staff


La propuesta fue realizada de manera personal por el rector José Doger Corte; la basó en “La vieja tradición de solidaridad latinoamericana de la Universidad” y por el trabajo que Fidel Castro había desarrollado en Cuba en las áreas de la salud, la educación y el deporte.


En esa sesión, la distinción también fue otorgada al doctor Guillermo Ruiz Reyes y a Rosendo Huesca y Pacheco.


El 26 de septiembre de 1995, Fidel Castro Ruz fue nombrado con el Doctorado Honoris Causa por mayoría de votos en la sesión del Honorable Consejo Universitario de la Universidad Autónoma de Puebla. Obtuvo 132 votos a favor, 10 abstenciones y 1 en contra.


La propuesta fue realizada de manera personal por el rector José Doger Corte; la basó en “La vieja tradición de solidaridad latinoamericana de la Universidad” y por el trabajo que Fidel Castro había desarrollado en Cuba en las áreas de la salud, la educación y el deporte.


En esa sesión, la distinción también fue otorgada al doctor Guillermo Ruiz Reyes y a Rosendo Huesca y Pacheco.


Sentado en una esquina del largo salón, acompañado de José Doger Corte, compartió experiencias, anécdotas, ocurrencias y chistes a costillas de los visitantes. Invitó a José Ávila a poner una empresa de fotografía después de que el sudoroso y agitado fotógrafo había tomado no menos de mil imágenes; “Nos haremos ricos” le espetó.


Muchas anécdotas, ahora solo dos: Pablo Mares fue el único que logró su autógrafo para que su esposa le creyera que había estado con él; Jaime García Barrera fue quien más disfrutó la tarde y coronó con la experiencia una vieja aspiración de su formación; nunca lo he visto más feliz que esa tarde. Una más. Enrique Doger fue el único de los 40 que perdió el vuelo de ida; llegó ocho horas después a la Habana.


La experiencia da para muchas páginas que algún día se escribirán.


Cierro por ahora con la presunción del Comandante Fidel Castro, de estar violando el cuidado médico, habiendo disfrutado, relajado y feliz, de la compañía de 40 universitarios poblanos y de seis martinis, dicho por él: su bebida favorita.


Fuente: Poblanerías