A pesar que el arzobispo Víctor Sánchez Espinoza y los obispos auxiliares se descararon y salieron a encabezar la Marcha Nacional por la Familia en la ciudad de Puebla, la convocatoria lanzada desde la Arquidiócesis de Puebla resultó ser un rotundo fracaso, ya que apenas alcanzó los cinco mil manifestantes.

Sánchez Espinosa fue flanqueado por Eugenio Lira Rugarcía y Felipe Pozos Lorenzini, quienes encabezaron la marcha en contra de los matrimonios igualitarios y fomentaron mensajes de odio en contra de la comunidad gay en Puebla.

Una marea de personas vestidas de blanco exigían impedir que las uniones entre personas del mismo sexo se avalará en las leyes mexicanas o poblanas, con gritos homófobos como “papá y mamá dan por resultado a un hijo y esta es la única fórmula para “crear” una familia”, “Mamá y papá, diseño original” y “El que los creó desde el principio los hizo varón y hembra”.

Utilizan la religión de bandera

Con la consigna principal de “papá+mamá= a hijo, la única opción”, cerca de cinco mil personas de la capital, así como de Atlixco y Cholula e incluso de comunidades de Oaxaca y Tlaxcala, protestaron en el centro histórico participando en la Marcha por la familia, la cual exige al gobierno federal que no reconozca como familia la unión de personas entre el mismo sexo, ya que “Dios” estableció como deben ser formadas estas células.

El contingente se vio respaldado por el arzobispo Víctor Sánchez, quien no inició la marcha como todos los manifestantes en el Paseo Bravo y 11 Sur, ya que se unió a la caminata en la 5 Sur y Avenida Reforma; es decir, a la mitad del trayecto.

Panistas se reúnen en el Zócalo

A este movimiento conservador se le sumó la clase política, nombres de panistas como Pablo Rodríguez Regordosa acompañado de su esposa, Mónica Rodríguez Della Vecchia, Manuel Janeiro, Juan Carlos Espina Von Roehrich, además del priista Aldo Enrique Cruz.

Destacó la presencia de la ex primera dama de la capital y esposa de Eduardo Rivera, Liliana Ortiz de Rivera, quien de igual forma se sumó a la movilización en contra de las uniones igualitarias.

El recorrido llegaba a su fin en el Zócalo, frente a la Catedral, en donde poco a poco la gente que se había sumado al movimiento se comenzaba a retirar, lo que hizo que la densidad de gente en la plaza disminuyera considerablemente.

“Nosotros educamos a nuestros hijos”, “Gobierno, todos nacimos de papá y mamá”, “Dios no se equivoca: papá, mamá e hijos”, gritaron los asistentes.

Organizadores exageran cifra de asistentes

Al finalizar el recorrido los organizadores juraron ante la Catedral que habían reunido a 85 mil personas, cifra que según ellos había sido verificada por personal de Protección Civil, aunque los agentes de Seguridad Pública aseguraron que sólo había más de 5 mil en la plancha del Zócalo.

En el evento “familiar” también se contó con un baile de un grupo de mujeres con diminutos atuendos y los hombres con trajes entallados que fueron la “comidilla” en el lugar.

Al final del acto mientras que los asistentes dejaban el Zócalo se escucharon cánticos religiosos.