En una contienda auténticamente democrática todo indica que la abanderada del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) lleva una inapelable, indiscutible ventaja electoral. Lo hemos dicho de manera reiterada; la maestra Delfina Gómez Álvarez es una más de las ‘candidatas lumpen’, figuras con bajísimo perfil, las menos indicadas. Pero el hartazgo social en el Estado de México rebasa, desborda por mucho las diferencias en los perfiles.

 

La puja como siempre se vislumbró, solamente entre dos: PRI y Morena.

 

Juan Zepeda, el formidable candidato del PRD fue como un experimentado, audaz piloto de carreras pero que conducía un Tsuru amarillo destartalado.

 

Josefina Vázquez Mota ya tiene su lugar en las cloacas y cañerías de la política mexicana. La extitular de Desarrollo Social y Educación Pública como candidata presidencial fue un desastre. Pero en esta contienda llegó al fango, al lodazal de la historia bajo los más acres señalamientos.

 

El PRI-sistema tendrá que sacar del archivero todas las argucias, todas las mañas y trampas habidas y por haber (incluida una probable caída del sistema) para sacar avante a su candidato. Pero tendrá que hacerlo con mesura extrema, porque si el Grupo Atlacomulco pretende realizar un mega-fraude electoral, sólo logrará prolongar su agonía hasta llegar a los tribunales electorales y en ese momento el país se volcará en un descomunal movimiento social. 

 

A nadie le conviene llegar a un proceso de judicialización. Mucho menos al PRI de Peña Nieto. Judicializar el proceso electoral del Estado de México incendiará al país. Las llamaradas se extenderían desde Ciudad Juárez hasta las sierras chiapanecas. Se dará un incontenible movimiento de solidaridad social con Morena y el país entrará en una ingobernabilidad absoluta.

 

El próximo domingo cuatro de junio estaremos realmente ante una jornada histórica; la más importante de las últimas décadas. Ese día se decidirá la muerte definitiva del tricolor, o tal vez la quimioterapia le permita vivir unos meses más.

 

Pero pase lo que pase el domingo definitivamente no llegará sano al 2018.

 

 Tony Gali en Coyomeapan: el epicentro de la criminalidad de la Sierra Negra.

 

En días recientes, el gobernador Antonio Gali Fayad arrancó las actividades del llamado ‘Escudo Zaragoza’ en la Sierra Negra.

 

Esta acción tiene una especial trascendencia porque esa zona serrana colinda con el estado de Veracruz y es escenario de incontables crímenes que nunca trascienden por la lejanía de sus comunidades.  Pero si el ejecutivo estatal en realidad quiere evitar la criminalidad en esa zona debe comenzar por investigar y procesar a los verdaderos delincuentes, algunos de los cuales son presidentes o ex presidentes municipales de la región.

 

Unos con compadres muy encumbrados.

 

Bien haría el mandatario en dar instrucciones al Fiscal General para abrir carpetas de investigación que permanecen en el más infame olvido. Crímenes que permanecen impunes como el asesinato de Mario Bolaños Victoria, comisariado ejidal de San Juan Cuautla, precisamente del municipio de Coyomeapan. El homicidio ocurrió el 19 de enero de 2014 y hasta la fecha no se ha investigado.

 

También en el municipio de Coyomeapan se han encontrado enormes sembradíos de mariguana y tampoco se sabe quiénes trabajaron esos plantíos y a quiénes enriquecieron. El día que verdaderamente se investigue caerán cabezas políticas de la región.  

 

Si el municipio de Iguala, Guerrero dejó una lección es que no hay que tomarse fotografías con alcaldes criminales, porque esas placas -tarde o temprano-, rebotarán en la prensa nacional. Tarde o temprano.

 

Al tiempo.

 

 

Como siempre quedo a sus órdenes en Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo., sin mx.