Viernes, 19 de Abril del 2024
Miércoles, 12 Julio 2017 02:03

Democracia sin sociedad democrática

Democracia sin sociedad democrática Escrito Por :   Jose Zenteno

Participé en alguno de los diálogos organizados por el INE cuyo objetivo es descubrir la quintaesencia generatriz de una Cultura Cívica y Democrática en México. Me pareció loable la iniciativa pero a todas luces insuficiente. Es como darle una aspirina a quien padece cáncer o administrarle morfina a quien le falta una pierna, y lo peor es que no ha de ser nada barata la organización de 600 foros por toda la República.


En aquella ocasión le dije al respetable tres razones por las que la democracia goza de cabal increencia en México:

 

1.       Lo político ha perdido centralidad para los ciudadanos. Si la democracia es el sistema mediante el cual se organiza la vida política, y la política misma es denostada por los ciudadanos por ser sinónimo de corrupción, trampa, mentira entre muchos otros vicios, la democracia carga con esas mismas cualidades negativas y es rechazada.

 

2.       La democracia mexicana produce gobiernos autistas que sólo generan frustración entre los ciudadanos. En campaña los candidatos ofrecen cambio, seguridad, empleo, mejores salarios, progreso, justicia. En el poder los gobernantes hacen lo que les da la gana para maximizar sus rendimientos económicos y electorales, sin voltear a mirar siquiera las necesidades de la población. Puse como ejemplo el gobierno de Rafael Moreno Valle. En aquel lejano febrero de 2011 levantamos y publicamos una encuesta donde dábamos cuenta de las principales necesidades de la población, seis años después y cerca de 400 mil millones de presupuesto ejercido (sin considerar los compromisos financieros adquiridos por ese gobierno), volvimos a levantar una encuesta donde supimos que las necesidades continuaban siendo exactamente las mismas.

 

3.       Los candidatos son nominados por las cúpulas de los partidos y en consecuencia tienen compromisos con los intereses de las oligarquías que los encumbran, no con la sociedad que los elije. Mientras los candidatos sean seleccionados mediante procedimientos a modo y de acuerdo con la conveniencia de los dirigentes y dueños de los partidos, la democracia carecerá de legitimidad y la clase política seguirá siendo percibida como una mafia apartada de la sociedad.

 

Propuse tres acciones concretas que rebasan por mucho a la capacidad institucional del INE a pesar de la buena voluntad que muestra con la organización de dichos foros:

 

a)      Inocular en la sociedad los valores de la democracia para recuperar la centralidad de lo político. Que las prácticas democráticas sean la regla y no la excepción en todos los ámbitos de la vida comunitaria, por ejemplo, los consejos de alumnos en las escuelas, las organizaciones vecinales, las sociedades de padres de familia, los comités de obra pública y tantos otros espacios de participación comunitaria que debieran regularse para fomentar la vida democrática. En el entendido de que deben existir reglas justas y equitativas cuyo cumplimiento es obligatorio para todos, los dirigentes deben seleccionarse mediante el voto universal, libre y secreto, deben existir mecanismos para la rendición de cuentas, así como para garantizar la transparencia en el ejercicio de recursos.

 

b)      Establecer la obligación de los gobiernos de rendir cuentas con base en las plataformas políticas registradas por los partidos o las alianzas que los llevaron al poder. Sólo así cobrarán importancia las propuestas de campaña, será una obligación su cabal cumplimiento y se terminarán las administraciones de ocurrencias o de políticas públicas ocultas. Incluso, cuando una política pública no hubiese sido expresada en la plataforma que se registró ante la autoridad electoral, debería de proceder el plebiscito o el referéndum según el caso, como vías de consulta democrática para validar el rumbo de un gobierno.

 

c)       Normar un único mecanismo de selección de candidatos a puestos de elección popular, que favorezca la elección de los liderazgos que gozan del apoyo mayoritario de la sociedad o de la militancia de cada partido político. Un modelo de elecciones primarias como el de los Estados Unidos en el que se conocen las reglas, son las mismas para todos y abren la posibilidad de alcanzar candidaturas a quienes representan los intereses de la sociedad y no de las oligarquías de los partidos políticos. Esta medida también habría de contribuir a recuperar la centralidad de lo político en la vida social de México.

 

 

Lo que propongo es ponerle límites al poder y concederle a la democracia un papel menos formal y más real en la vida pública de México. La democracia liberal es mucho más que elecciones libres y limpias, es un conjunto de leyes e instituciones que emanan de la cultura de un pueblo y expresan el grado de civilización que ha alcanzado. Por desgracia el nuestro, nuestro pueblo, permanece en un estado primitivo en su evolución cívica y al parecer la clase gobernante tiene poco o nulo interés en que eso cambie.

 

 

comments powered by Disqus