Martes, 23 de Abril del 2024
Martes, 07 Febrero 2017 01:55

¿Quién usa las megaobras morenovallistas?

¿Quién usa las megaobras morenovallistas? Escrito Por :   Jose Zenteno

Las grandes obras concentraron buena parte de la inversión pública del sexenio, generaron obligaciones financieras al Gobierno del Estado mediante PPS por varios miles de millones de pesos y, principalmente, son el pilar que sostiene a la gestión morenovallista en la opinión ciudadana.


En la primera columna que publiqué en este 2017 hablé de la imposibilidad del cambio profundo y significativo que beneficie a la sociedad en su conjunto. Decía que los políticos de esta generación actúan como equilibristas en el gobierno porque tratan de perjudicar lo menos posible a los poderosos -a los de la cima de la pirámide social-, a los de en medio le dedican el presupuesto de obras para persuadirlos de seguir votando por ellos, mientras que a los de abajo les transfieren recursos directos para consolidar clientelas electorales. Los pobres no reciben ayuda para subir en la escala social porque demandarían más servicios, mejores empleos y salarios, y podrían llegar a voltearse contra el gobierno que les ayudó a salir de la pobreza. Por eso es que a pesar del cambio de partidos en el poder las cosas permanecen más o menos igual, pues en el fondo a nadie en la clase política le interesa trastocar ese delicado sistema de equilibrios.

 

Esta teoría del “estancamiento conveniente” no la saqué de ningún texto aunque estoy seguro de que más de uno lo ha pensado. Y como mi propósito no es contribuir a la ciencia política sino al juicio de la historia y en última instancia al progreso de México, presento a usted amable lector, los hallazgos de nuestra última encuesta. Entre otras cuestiones el estudio lo dedicamos a evaluar al gobierno de Rafael Moreno Valle, esta vez para responder a la interrogante de cuánto se usan las mega obras que construyó, con cuánta frecuencia y el perfil socioeconómico de quienes se benefician de ellas.

 

Como referencia importante para conocer a los usuarios de las megaobras sexenales, es importante presentar el perfil socioeconómico de los informantes de la encuesta. El 51 % fueron mujeres y 49 % hombres; el 52 % es menor de 40 años de edad, el 48 % tiene 40 años o más; el 44 % con estudios de secundaria o menos y el 55 % con educación técnica, bachillerato o profesional; entre quienes declaran su ingreso familiar, el 73 % es menor a 6 mil pesos mensuales y el restante 27 % es mayor a 6 mil pesos mensuales.

 

Ahora veamos los datos de los usuarios de cada obra evaluada. El 41 % de los entrevistados en la capital del estado de Puebla declara haber sido usuario -o un familiar que viva en su mismo domicilio- de algún hospital público en los últimos 5 años. Entre esos usuarios el 44 % dijo haber sido atendido en un hospital perteneciente a la red del IMSS y le otorgaron una calificación de 6.8 a los servicios ahí recibidos; el 40 % en un hospital o clínica del Sector Salud del Estado de Puebla cuyos servicios recibieron una calificación promedio de 7.4; el 7 % en el Issstep que lo califican con 7.3 y el 6 % en el ISSSTE que recibió una calificación de 5.8 en una escala de 1 a 10. Los usuarios de los Servicios de Salud del Estado de Puebla representan el 16.4 % de la muestra, de los cuales el 58 % son mujeres, el 49 % tienen escolaridad de secundaria o menos y el 79 % declara un ingreso familiar menor a 6 mil pesos mensuales. Entre las obras evaluadas, solamente los hospitales del estado benefician a los estratos de la población con menor escolaridad e ingreso.

 

El 25 % de los entrevistados dijo haberse subido a la Estrella de Puebla un promedio de 2.1 de veces por usuario. El 73 % de los que declaran ser usuarios es menor de 40 años de edad, muy por encima del 52 % de la muestra que está en ese rango de edad. El 83 % de los usuarios tiene estudios de bachillerato o profesionales contra el 55 % de los entrevistados declaró esa escolaridad. El 42 % declara ingresos superiores a los 6 mil pesos mensuales, mientras que sólo el 27 % de la muestra declara ese ingreso. La Estrella de Puebla tuvo un costo de 400 millones de pesos y claramente sirve a los estratos medios y altos de la población municipal.

 

Al Museo Internacional del Barroco ha entrado el 20 % de la población entrevistada y declaran una frecuencia de 1.6 visitas por usuario. El 62 % es menor de 40 años (10 % más que la media muestral) y el 85 % tiene estudios de bachillerato o profesionales (30 % por arriba de la media municipal). El 44 % tiene ingresos superiores a 6 mil pesos mensuales (17 % por encima de la media muestral). La inversión en el MIB fue de 7 mil millones de pesos.

 

El segundo piso de la Autopista México-Puebla ha sido utilizado por el 19 % de los entrevistados un promedio de 2.9 veces. El 70 % tiene entre 26 y 55 años de edad, el 74 % con estudios de bachillerato o profesionales y el 41 % declara más de 6 mil pesos mensuales de ingreso familiar. La inversión en esta mega obra fue de 10 mil millones de pesos.

 

El teleférico ha sido utilizado por el 16 % de los entrevistados con un promedio de 1.7 veces por usuario. El 69 % es menor de 40 años, el 79 % tiene estudios de bachillerato o profesionales y el 38 % con más de 6 mil pesos mensuales de ingreso familiar. La inversión en el teleférico fue de 359 millones de pesos.

 

Solamente el 12 % de los entrevistados han utilizado las ciclopistas o ciclovías, de los cuales el promedio es de 3.8 veces por usuario. El 59 % son hombres, 58 % menor de 40 años de edad, 82 % con estudios de bachillerato o profesionales y 51 % con ingresos superiores a los 6 mil pesos mensuales. La inversión en las ciclopistas de Atlixcáyotl, Hermanos Serdán y Periférico asciende a 591 millones de pesos.

 

Las grandes obras concentraron buena parte de la inversión pública del sexenio, generaron obligaciones financieras al Gobierno del Estado mediante PPS por varios miles de millones de pesos y, principalmente, son el pilar que sostiene a la gestión morenovallista en la opinión ciudadana. Como ha quedado demostrado, estas obras no sirven para mejorar la calidad de vida de los segmentos pobres del municipio, ya que para ellos hay Seguro Popular, Oportunidades, 60 y más entre otros programas asistenciales que se usan para organizar clientelas electorales.

 

 

Moreno Valle no atendió como gobernador lo que al principio de su administración la gente le demandaba: más seguridad pública, empleos, salarios, combate a la corrupción, ayuda a los pobres. Las grandes obras de infraestructura concentradas en la capital del estado, ciertamente contribuyeron a embellecer la ciudad y a hacerla más atractiva para el turismo, aunque aportaron muy poco al bienestar de la mayoría de poblanos. El balance de la administración muestra una economía que crece por debajo de la media nacional, con índices crecientes de inseguridad, pobreza, desigualdad social y deuda pública. Moreno Valle pasará a la historia como representante de un neopopulismo urbano y sus obras poco a poco serán símbolo del derroche y del autismo de una clase política sin escrúpulos.

 

 

 

comments powered by Disqus