Pero esta ocasión la estrategia tenía que ser diferente, no podía callar nuevamente a los ‘chachalacas’. Tenía que ser hábil y astuto. 

¿Qué Pepe Meade hizo maestría en Yale? ¡Es de la mafia del poder! ¿Qué el virtual candidato priista no está afiliado a ningún instituto político? ¡Es PRIANISTA, un asesino! ¿Qué Meade no tiene escándalos? ¡Digan que si uno nos llevó al despeñadero, este nos llevará al meadero! Y así, la serie de preguntas y respuestas –sugerentes y graciosas– que lanzaba su equipo y que el honorable príncipe tabasqueño contestaba. 

Andrés Manuel no pudo haber elegido respuesta más ocurrente para la amenaza Meade, el escenario estaba puesto en Guerrero, uno de los estados con mayores índices de violencia, él eligió a Guerrero para tender la mano bajo una propuesta de amnistía hacia el narco y todo el crimen organizado. Esa ocurrencia despertó –naturalmente– reacciones de todos los estilos, desde un General Cienfuegos impasible hasta una Margarita Zavala francamente ignorante. 

Lo cierto es que AMLO no imagina las consecuencias fatales de que una propuesta así se cristalice, habría que recomendarle al mesías una lectura breve de los textos de José Antonio García Muñoz o del propio Dr. Jorge Carpizo. 

El sólo hecho de mencionar amnistía amerita aderezarle al debate una seriedad implacable ya que esto se traduce a un pacto con el narco o peor aún entregar el perdón público a esos criminales que han asesinado y envenenado a este pueblo mexicano. 

Nuevamente el mesías tropical hace suya la demagogia y al igual que en sus desafortunadas apariciones donde declara que llegando el al poder se acabará la corrupción, en esta ocasión el mesías dijo su mayor locura, su mayor ocurrencia y en el mayor de los infortunios su mayor propuesta. Ya ocurrió en Colombia y las Farc, el pueblo votó un rotundo NO ¿Acaso Andrés Manuel está esperando un SI del pueblo mexicano?

Ojalá el mesías pronto esclarezca el mayor de sus infortunios y no sólo nos deje hablando con las palomas y los ‘chachalacas’.