¿Qué hacer?

 

Ya no contamos con ‘el Chapulín Colorado’

 

Sólo con las bendiciones de las  madres y el  ángel de la guarda, lo mismo para salir de casa que cuando se queda en ella porque está visto que en donde viva, en cualquier zona de la ciudad de pronto usted se puede tropezar con un ratero.

 

A las autoridades les dimos el voto de confianza y lamentablemente lejos de controlar la delincuencia ésta va en aumento.

 

La modalidad de los últimos días es el asalto a los pasajeros del transporte colectivo, a quienes despojan de celulares y dinero en efectivo, así sean 10, 20 pesos, como ya lo dijo en desafortunada declaración el diputado Pablo Fernández del Campo.

 

Lo terrible para las mujeres es que cuando el asaltante no encuentra en el bolso ni dinero ni celular, proceden a revisarle en el brasier y en la zona genital, que son los puntos en los que históricamente las féminas acostumbran a esconderse dinero, alhajas y objetos diminutos de valor.

 

Y todavía más, algunos todavía le dicen a su víctima ‘ni modo, no te voy a hacer daño, sólo busco’.

 

Los delincuentes no asimilan que a su mamacita, esposa, su compañera o hija, otro delincuente también las  puede hacer sus víctimas, y no sólo en lo material y lo económico, sino en la agresión psicológica a la que someten a su víctima, cometiendo una flagrante violación que les queda grabada con secuelas en su personalidad.

 

Hoy ya no podemos decir ¡hasta cuándo! porque en otra modalidad de asalto el vecindario ya ha actuado linchando y hasta quemando a los delincuentes, acción que ha sido reprobada y sobre la que las corporaciones recomiendan no meterse en problemas.

 

Ante lo que surge la gran pregunta ¿hasta cuándo?

 

La gente que en muchos casos suma más de un asalto, considera que aquello de ‘poner la otra mejilla’ es imposible.

 

¿Seguir esperando?

 

Y pregunta molesta ¿esperando qué?

 

El robo de 10 y 20 pesos desequilibra el gasto de muchas personas y familias que tienen presupuestado en forma justa el importe de su transporte por semana o quincena.

 

No todos tienen el poder adquisitivo para movilizarse en Uber, taxi o vehículo particular, frente a la necesidad de chicos y grandes de transportarse en colectivos para recorrer largos trayectos.

 

¿Hasta cuándo?

 

Urgen operativos eficaces a lo largo de todo el día, en todas las rutas y todos los rumbos, porque la delincuencia está muy activa y ‘trabaja’ sin horario, además va en aumento incorporando a pequeños de 10 años que ya cumplen con una función en los asaltos.

 

¿Qué puede esperar el país con ésta delincuencia?

 

¿Qué nuevas modalidades de la delincuencia enfrentaremos?

 

¿Qué  hará la sociedad molesta, indefensa y víctima a sus autoridades?